Doctrina Trump: La CIA entra en juego y agudiza confrontación con Venezuela
La combinación de retórica de Trump, despliegue militar y posibles operaciones encubiertas marca un nuevo capítulo en el enfrentamiento bilateral, donde Estados Unidos busca presionar a Maduro y forzar un cambio de régimen.
El gobierno de Nicolás Maduro volvió a elevar el tono de su retórica antagónica hacia Estados Unidos luego de que el The New York Times señalara que la administración Trump habría autorizado operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela. En un acto público, el mandatario caribeño sostuvo que esos supuestos planes “rememoran los 30.000 desaparecidos por la CIA en los golpes de Estado contra Argentina” y lanzó una advertencia clara: “No a los golpes de Estado dados por la CIA”.
Cabe destacar que en declaraciones previas, el magnate había señalado que consideraba extender las operaciones a tierra firme en Venezuela, luego de una cadena de acciones navales que dejaron múltiples bajas en embarcaciones vinculadas al narcotráfico.
Este episodio —que se suma a un amplio despliegue militar estadounidense en el Caribe, ataques a embarcaciones sospechosas de narcotráfico y amenazas de acciones terrestres— abre un nuevo frente en la confrontación bilateral que no solo se trata de narcotráfico o seguridad hemisférica, sino de una pugna por la soberanía, el riesgo de escalada militar y el destino del régimen chavista.

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La CIA en Venezuela
Para Hugo Harvey, doctor en Estudios Internacionales y académico de la Universidad de Las Américas, el anuncio de Trump sobre posibles operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela tiene un carácter más retórico que operativo. Según el especialista, se trata principalmente de “un aviso para aumentar la presión sobre Venezuela y después para poder tener más legitimidad en caso de ejecutar algún tipo de operación o incursión armada”.
El académico explicó a Turno PM que, basándose en patrones históricos, “la información que necesite la CIA ya está disponible, ya la tiene. Y ya están operando hace rato en Venezuela; lo que hacen ahora debe ser verificar algún tipo de detalle menor”. Para Harvey, iniciar una operación anunciándola públicamente podría aumentar los controles y la contrainteligencia del régimen sin lograr los efectos buscados.
Harvey subrayó que estas medidas forman parte de una escalada progresiva: “El hecho de empezar ahora una operación y anunciarlo aumentaría los controles en Venezuela… El objetivo principal es sacar a Maduro, porque primero empezaron las sanciones económicas. Después de las sanciones económicas, un cierto aislamiento internacional, político internacional”. Además, la estrategia combina presión política, sanciones económicas y amenazas militares para debilitar al gobierno venezolano.
En este sentido, el académico recalcó que, más que un anuncio de acción inmediata, las declaraciones de Trump buscan “mostrar fuerza y debilitar la posición de Maduro ante la comunidad internacional”. Así, la combinación de retórica, despliegue militar y operaciones encubiertas conforma un tablero de tensión donde la salida del presidente chavista se mantiene como objetivo estratégico de Estados Unidos, según el especialista.
¿Una nueva guerra fría?
Las tácticas que ha comenzado a utilizar Estados Unidos abren la interrogante de si estamos frente a una nueva guerra fría o no. Gilberto Aranda, analista internacional de la Universidad de Chile, aclaró a Turno PM que las operaciones encubiertas fueron el principal método de intervención estadounidense durante ese periodo, mientras que las invasiones militares directas fueron mínimas.
En ese contexto, el especialista considera que una invasión a gran escala en Venezuela es poco probable, pero sí ve factible el uso de golpes focalizados o acciones encubiertas apoyadas en la presencia naval estadounidense en aguas internacionales. “La operación encubierta o golpes de manera focalizada a partir de esta fuerza naval estacionada en aguas internacionales, eso puede ser”, indicó.
Para Aranda, el estilo de presión que emplea Washington combina retórica, despliegue militar limitado y operaciones selectivas, evocando estrategias del pasado sin recurrir a un conflicto abierto a gran escala.
Consultado por el tema, Hugo Harvey señaló que hablar de una nueva guerra fría en el caso venezolano es complejo. El especialista precisó que este concepto se aplica generalmente a la pugna entre dos potencias globales, pero en Venezuela no se observa un enfrentamiento bilateral de esa magnitud, ya que Estados Unidos ya opera con relativa libertad y que no se han involucrado ni China ni Rusia: “No han prestado ningún tipo de apoyo, ni siquiera moral, digamos. Menos material”.
El académico sostuvo que lo que se está viendo podría considerarse una preparación para tensiones futuras de alcance global, más que una guerra fría en sentido estricto. En su análisis, la inacción de China responde a que el país buscará condiciones similares cuando ejerza su poder en otros escenarios, como Taiwán, y por eso mantiene una postura prudente en Venezuela: “Esto sería como una especie de preparación”.

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Maduro en el poder
El futuro de Nicolás Maduro se presenta incierto, aunque a primera vista su poder parece sólido. El analista Hugo Harvey señaló que esta estabilidad se debe en gran parte al respaldo de los altos mandos de las fuerzas armadas, quienes están cooptados o mantienen beneficios vinculados a negocios ilícitos del régimen, lo que dificulta que se produzca una deserción interna.
Harvey advirtió, sin embargo, que la historia muestra que la fragmentación puede darse a través de oficiales jóvenes que no acceden a estas prebendas: “Es decir, de oficiales jóvenes, oficiales a quienes no les lleguen la regalía de permanecer en el poder” . Este factor podría convertirse en un elemento de cambio si el contexto político y militar se altera.
Por su parte, Gilberto Aranda planteó que Maduro enfrenta desconcierto ante la presión estadounidense y la pérdida de canales diplomáticos. “Yo creo que están tratando. Han ofrecido muchas cosas, incluso han ofrecido una mayor participación a Estados Unidos en el negocio del petróleo (…) Yo creo que están esperando un quiebre”, explicó. Para Aranda, estas señales muestran que la estrategia de Washington apunta a generar dudas internas en el régimen.
En conjunto, Harvey y Aranda coinciden en que, aunque Maduro mantiene su poder gracias al control de los militares y a los beneficios que otorga, existen factores internos y externos que podrían debilitarlo. En ese sentido, Harvey concluyó: “Es difícil poder vaticinar qué puede ocurrir. Se ve sumamente sólido en el poder”.