La relación del ex fiscal Guerra y Hermosilla: Los favores, los chats y lo que hay detrás de su alianza
La Fiscalía puso al descubierto un listado de favores y chats que evidencian que Guerra actuó entre 2015 y 2021 para mover causas como el caso Penta a gusto de Hermosilla, incurriendo presuntamente en cohecho agravado, violación de secretos y prevaricación.
Las redes de poder del abogado Luis Hermosilla siguen apareciendo. Esta vez, La Tercera publicó que una querella de 71 páginas presentada por el fiscal regional Mario Carrera destapa un entramado de irregularidades en la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente, donde el ex fiscal Manuel Guerra habría dirigido investigaciones para favorecer a Hermosilla.
Los chats obtenidos de los celulares de Guerra y Hermosilla muestran cómo la ex cabeza del Ministerio Público informaba sobre pasos clave en varias causas, entregaba información reservada y tomaba decisiones contrarias a sus deberes, todo en beneficio de Hermosilla y su círculo de contactos.
Todo esto entre 2015 y 2021, con especial intensidad en 2017, el Ministerio Público sostiene que estas actuaciones configuraron delitos de cohecho agravado, violación de secretos y prevaricación administrativa. Según la querella, la relación entre Guerra y Hermosilla se basaba en un intercambio de favores. Así, mientras el ex fiscal manipulaba causas y proporcionaba información confidencial, Hermosilla gestionaba contrataciones y otros beneficios para Guerra y sus allegados.
Para el periodista Nicolás Sepúlveda, la relevancia de este caso está clara: “No hemos tenido otro caso donde una red de influencias cruce con tanta claridad los ámbitos político, judicial y empresarial, mostrando ese ‘puente’ de influencia entre distintos mundos de poder”, dijo en conversación con Turno AM.
Una relación peligrosa
El vínculo entre el ex fiscal Manuel Guerra y el abogado Luis Hermosilla no fue circunstancial, sino una alianza marcada por el intercambio de favores y la conveniencia de ambas partes. Así lo explicó Catalina Olate, periodista de CIPER, al analizar los nuevos antecedentes revelados por el Ministerio Público.
“La relación de Guerra y Hermosilla era utilitaria en ambos sentidos”, señaló a Turno PM, , recordando que esta causa se abrió luego de que, a mediados del año pasado, CIPER publicara conversaciones entre ambos en las que hablaban del ex ministro Andrés Chadwick y de una posible salida al caso Penta.
Tras esa publicación, la Fiscalía inició una investigación que llevó a descubrir que, inmediatamente después de dejar el Ministerio Público, Guerra pasó a trabajar en la Universidad San Sebastián con un sueldo similar al que tenía como fiscal. En es contexto, Olate agregó que los mensajes difundidos posteriormente por The Clinic mostraron que el vínculo entre ambos era de larga data: “En mayo de 2016, por ejemplo, Guerra le escribe a Hermosilla para avisarle que cambió de celular, y en esos chats se evidencia que le comentaba información de causas en que Hermosilla tenía interés, como Penta o el caso Torrealba”.
La periodista también recordó que, según la querella elaborada por la Fiscalía de Arica, el punto más crítico de las irregularidades se produjo en 2017, precisamente en el contexto del caso Penta. “Las causas en que Hermosilla tenía un interés eran de alta connotación pública, con un componente político y de poder”, explicó.
De acuerdo con la investigación, Guerra no solo filtraba información, sino que también pedía favores personales y para terceros, como una amiga notaria. Esa red, según Olate, se extendió incluso al final de su carrera en el Ministerio Público. “En los chats se ve cómo le comenta a Hermosilla que quiere dejar la Fiscalía, le pregunta por un cargo en el CDE e incluso muestra interés por integrarse a la comunidad de techo que tenía el abogado”, señaló. Finalmente, el abogado terminó incorporándose a la Universidad San Sebastián, cerrando un ciclo que hoy vuelve a ser examinado bajo sospecha.
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La magistrada Claudia Perivancich rebatió los argumentos del Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago y descartó que la cantidad de prueba excediera las 14 mil. “Efectivamente, ingresaron al juicio alrededor de tres mil documentos”, señaló.
El poder de Hermosilla
El caso Hermosilla no se agota en la Fiscalía. Los más de 20 chats de su celular muestran que su influencia llegó a jueces y ministros de la Corte Suprema, así como a otras causas fuera de la jurisdicción de Guerra, como SQM, mostrando un entramado que desbordó más de un solo caso.
“No era omnipotente ni dependía solo de él, pero hay casos probados donde tuvo capacidad de influir en nombramientos judiciales y, como en este episodio grave, facilitar una filtración de la PDI para beneficiar a SQM. Podía conectar a una empresa con una red corrupta policial, eventualmente”, señaló Nicolás Sepúlveda.
Según explica el periodista de Reportea, los casos de gran relevancia del país tienen un punto en común ya que “Chile es un país de elites pequeñas, el que tiene el teléfono tiene el poder”. Ese patrón aparece en los chats revelados por el medio citado entre Hermosilla y el abogado Mario Vargas, hoy investigado por cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. En ellos, Vargas comparte información obtenida desde la PDI sobre una causa de SQM por usurpación de aguas y coordina un almuerzo con Héctor Barros, entonces en carrera para el cargo que hoy ocupa como fiscal regional metropolitano sur. Asimismo, se ve cómo Hermosilla pide a Vargas interceder ante un ministro de la Corte de Santiago por la Operación Huracán.
“Hermosilla era asesor del directorio de SQM y otros abogados cercanos estaban en la causa (...) Cuando la fiscalía allana SQM para obtener la contabilidad, quien recibe a los fiscales es Luis Hermosilla. Y en los chats entre Vargas y Hermosilla reaparece SQM: en 2015 Hermosilla le pide a Vargas querellas aún no públicas, y hay constancia de que Vargas se las consigue”, detalla Sepúlveda al respecto.
Sobre si el abogado habría extendido su poder hasta influir en los veredictos finales, Sepúlveda admite que “no tenemos cómo saberlo, pero es irregular. Un abogado filtrando información reservada de testigos protegidos es gravísimo. Esos testimonios estaban vinculados a la arista del Registro Civil, donde había una red de venta de pasaportes falsos para delincuentes del caso Relojes que robaban joyas en ciudades como Nueva York, Milán o Tokio. Vargas le envía a Hermosilla esas declaraciones y, después, la carpeta completa. Todo eso vulnera el deber de reserva”.