"Del lado correcto de la historia": España toma bando y anuncia medidas para frenar el genocidio en Gaza
Las acciones incluyen consolidar legalmente un embargo de armas y prohibir en sus puertos el atraque de barcos que transporten combustible para el ejército israelí.
Desde Israel se ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de llevar a cabo una "campaña continuada antiisraelí y antisemita", una afirmación que ha sido categóricamente descartada por las autoridades de España. Este cruce de declaraciones se enmarca en un contexto de creciente tensión diplomática entre ambas naciones por el conflicto en curso.
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunció este lunes la implementación de una serie de medidas con el objetivo de "detener el genocidio en Gaza". Entre las acciones más destacadas se encuentran un embargo formal de armas a Israel y la prohibición de que barcos con combustible para su ejército atraquen en puertos del país.
Durante una declaración oficial desde el Palacio de la Moncloa en Madrid, se especificó la postura del gobierno de España, que se ha consolidado como una de las voces europeas más críticas hacia la ofensiva israelí. Se informó que el ejecutivo "ha decidido dar un paso más y poner en marcha de forma inmediata nueve acciones adicionales".
El propósito de este paquete de medidas, según lo expresado por el mandatario, es multifacético. Las acciones están diseñadas no solo "para detener el genocidio en Gaza", sino también "para perseguir a sus ejecutores y para apoyar a la población palestina", mostrando un claro posicionamiento del gobierno de España frente al conflicto.
Pedro Sánchez reconoció las limitaciones de estas acciones unilaterales, pero enfatizó su propósito de ejercer presión. "Sabemos que todas estas medidas no van a bastar para frenar la invasión ni los crímenes de guerra, pero esperamos que sirvan para añadir presión sobre el primer ministro (Benjamin) Netanyahu y su gobierno", afirmó.

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El magnate emitió una “última advertencia” para la liberación de rehenes, mientras Israel intensifica sus bombardeos en Gaza y la ONU alerta que los recientes desplazamientos podrían agravar la hambruna en el enclave palestino.
El dirigente de izquierda continuó su alocución explicando el objetivo humanitario detrás de la presión diplomática y económica. El fin último de la presión ejercida por España es "aliviar parte del sufrimiento que está padeciendo la población palestina", un elemento central en la justificación de la nueva política exterior hacia Israel.
Entre las acciones que se ejecutarán "de manera inmediata", destaca la aprobación de una ley específica. Esta normativa busca que "consolide jurídicamente el embargo de armas a Israel, que venimos aplicando ya de facto desde octubre del año 2023", tal como lo detalló el propio Pedro Sánchez durante su comparecencia pública.
Asimismo, se impondrán restricciones logísticas significativas. Se prohibirá la escala en puertos españoles "a todos los barcos que transporten combustibles destinados a las fuerzas armadas israelíes". Adicionalmente, se denegará la entrada al espacio aéreo de España a aeronaves que "transporten material de defensa destinado a Israel".
Las medidas también incluyen sanciones dirigidas a individuos y a la economía de los asentamientos. Se prohibirá la entrada a territorio español a personas "que participen de forma directa en el genocidio" y se vetará el ingreso de productos "provenientes de los asentamientos ilegales en Gaza y en Cisjordania".
Finalmente, se anunció una limitación de los servicios consulares españoles a personas que residan en dichos asentamientos. En contrapartida, Pedro Sánchez confirmó que España incrementará su ayuda a los palestinos y a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), reforzando su compromiso humanitario en la región.
Durante su discurso, el presidente del Gobierno mantuvo un tono duro contra la ofensiva militar en Gaza. Aseguró que "esto no es defenderse" ni "atacar, es exterminar a un pueblo que está indefenso, es quebrantar todas las leyes del Derecho humanitario", calificando con severidad las acciones del ejército de Israel.
La postura del Gobierno de España ha provocado choques diplomáticos con Israel, que ya no tiene embajadora en Madrid desde que el Gobierno de Pedro Sánchez reconoció al Estado de Palestina en mayo de 2024. El país europeo, además, es escenario frecuente de protestas propalestinas, que han afectado incluso eventos deportivos.