Vacaciones con goce de sueldo: el viaje que pone en jaque el discurso de Kast
El candidato republicano pidió un permiso para viajar, junto a su familia, por Europa. Pese a que se ausentó de 10 sesiones legislativas, recibió $8.8 millones en ese período, sumando su sueldo íntegro y compensaciones de transporte.
En plena recta final hacia el balotaje, José Antonio Kast vuelve a enfrentar cuestionamientos por su historial como diputado, luego de que resurgiera un episodio que hasta ahora había quedado al margen del debate presidencial: las vacaciones de un mes en Europa que tomó en 2015 con permiso constitucional y goce de sueldo, un viaje que coincidió con su ausencia en al menos 10 sesiones del Congreso y que significó un costo para el Estado cercano a los $8,8 millones. La revelación, reflotada en las últimas horas, ha reactivado preguntas sobre su compromiso legislativo y el estándar de probidad que hoy exige a sus adversarios.
Con goce de sueldo
Kast fue visto en el Museo de Louvre en París, junto a parte de su familia, por un ingeniero comercial chileno que se percató de su presencia en julio de 2015. Aunque en un inicio solo se hablaba de su visita a Francia, el periplo también contempló otros países del viejo continente como Alemania, España e Inglaterra, donde hay registros del en ese entonces diputado acompañado de su grupo familiar.
Ese encuentro dejó a la vista que el entonces parlamentario UDI había solicitado un permiso constitucional para viajar a Alemania con goce de sueldo, entre el 9 de julio y el 6 de agosto del citado año.
Si bien el permiso constitucional no exige que los parlamentarios justifiquen los motivos por los cuales lo solicitan, la mayoría de quienes hacen uso de este suelen pedirlo en enero o febrero, coincidiendo con el cese legislativo.
El viaje no significó una reducción del sueldo de Kast durante ese período. Por el contrario, según los registros oficiales, durante el mes de su ausencia percibió más de $6,5 millones en dieta parlamentaria, además de aproximadamente $2,3 millones en compensaciones por traslación, lo que elevó el costo total para el Estado a cerca de $8,8 millones.
El hecho no fue bien visto por miembros de la derecha. Una de las críticas más explícitas vino desde Renovación Nacional, donde la diputada Ximena Ossandón sostuvo a Turno PM que “produce mucha rabia que una persona utilice recursos del Estado cuando está de vacaciones”.
Al contrastar con su propia experiencia, la parlamentaria añadió que aunque también ha viajado para visitar a sus hijos que viven fuera de Chile, “jamás usé la plata del Estado porque siempre la devolví a través de instituciones”, marcando distancia del estándar aplicado por Kast en ese periodo.
Inactividad parlamentaria
Durante su periplo por Europa, José Antonio Kast estuvo ausente de 10 sesiones parlamentarias, en donde se abordaron temas como los neuroderechos, la seguridad en establecimientos educacionales en La Araucanía y la modificación del Estatuto Docente.
Los 4 períodos de Kast en el congreso estuvieron marcados por una débil actividad legislativa propia y por su férrea oposición a iniciativas vinculadas a derechos civiles, igualdad de género, diversidad sexual o inclusión social, votando en contra de proyectos como la ley de divorcio, la distribución de la píldora del día después, la ley Zamudio o la ley Cholito.
Según cifras del Observatorio Congreso, durante sus 16 años como diputado, el ex parlamentario UDI presentó 256 proyectos, de los que aproximadamente la mitad (127) fueron archivados y solo 19 se convirtieron en ley.
La propia candidata Jeannette Jara lo interpeló al respecto en el último debate Anatel: “Estuviste 16 años de diputado e hiciste bien poco, la verdad. Para que sepa la ciudadanía: aprobó 19 leyes presentadas por él. 3 eran de monumentos nacionales, 2 de nacionalidad por gracia”.
“Pero te reconozco un mérito: en las otras 14 que sacaste adelante —poco significativas para el país— había una bien buena que era para comprarse lentes sin receta en el caso de presbicia”, agregó.
¿Un estándar ético distinto?
Todo el asunto del viaje contrasta con la ofensiva que Kast y el mundo republicano han impulsado durante este año en contra de quienes, supuestamente, se aprovechan de los recursos estatales.
En mayo, por ejemplo, Kast señaló que “Chile no puede seguir tolerando fraudes con plata de todos. Miles de licencias médicas falsas, viajes al extranjero durante supuestos días de reposo y médicos que reparten permisos como si fueran volantes. Eso no es un error: es corrupción, es una estafa al Estado y a los chilenos honestos”.
A comienzos de octubre causó gran polémica la columna en que el principal asesor del republicano, Cristián Valenzuela, atacaba a “los parásitos que viven del Estado, lo drenan y se reparten sus restos como si fuera un botín”, aunque luego se descubrió que el propio Valenzuela había hecho toda su carrera recibiendo dineros públicos.
Y este martes, durante el debate Anatel, consultados por la reasignación del presupuesto de 2026, la candidata Jeannette Jara interpeló al líder republicano: “Aquí debió haber partido José Antonio Kast, porque habría dicho ‘vamos a echar a todos, vamos a reducir todo, vamos a desaparecer todo, porque este pésimo gobierno, este nefasto gobierno’”.
Pero, durante el turno para responder de Kast, y ante la insistencia de la oficialista respecto a dónde hará el recorte fiscal, aseguró que “nosotros no vamos a echar a ningún funcionario público, porque son buenos funcionarios públicos. La diferencia es que nosotros no les vamos a imponer operadores políticos que abusen del Estado, que firmen convenios y que hagan mal uso de los fondos públicos”.
Según indicó la diputada Ana María Gazmuri (Acción Humanista) a Turno PM, "cuando José Antonio Kast habla de ‘parásitos del Estado’ y de fraudes con plata de todos, su propio historial es el que vuelve a la conversación. Fue un viaje personal financiado, en plena actividad legislativa, con plata de todos los chilenos. Eso la gente lo entiende sin que necesidad de explicarlo mucho. Es una frescura”.
Para la parlamentaria del distrito 12, el estándar ético de Kast no es “remotamente parecido a la situación de Jeannette Jara”: “ No tiene viajes personales pagados con recursos públicos, no ha usado permisos para ausentarse de sus funciones con sueldo y nunca ha tratado a otros de ‘parásitos’”.
“Son formas distintas de ejercer en lo público. Y la diferencia entre ambos no es solo de estilo, sino también de fondo; tiene que ver con cómo cada uno ha actuado cuando le tocó administrar recursos del Estado", concluyó.