Revelan el turbio caso detrás del secuestro de Gonzalo Montoya, ex alcalde de Macul
Fiscalía descartó un móvil político y comenzó una hipótesis mucho más compleja, vinculada a explotación sexual infantil, una relación extramarital y bandas delictuales extranjeras.
La Policía de Investigaciones (PDI) de Valparaíso recibió el viernes 27 de junio una denuncia por secuestro que involucraba al exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya. Su hermana, Andrea Montoya, informó que una banda de origen extranjero exigía dinero a cambio de su liberación.
La alarma familiar se activó cuando Andrea recibió un audio a las 9:52 horas, donde Montoya decía: “Andrea, llámame urgente, urgente”. Poco después, una llamada confirmó la gravedad del hecho: el exjefe comunal estaba retenido por delincuentes venezolanos.
“Me van a matar, tienen fotos y videos míos con prostitutas colombianas, mujeres de vida alegre, hagan lo que les piden, consigan US$ 50.000”, dijo Montoya en un mensaje de voz. La amenaza se intensificó con un video donde aparecía atado, golpeado y visiblemente herido.
Los extorsionadores exigían transferencias a cuentas de Banco Global 66. Las amenazas alcanzaron a otros conocidos de Montoya. “Señora, usted no está cooperando, así que lo vamos a matar”, dijo un sujeto con acento colombiano en una de las llamadas a Andrea.
La doble vida de Montoya
La Fiscalía activó el equipo ECOH y la Brigada Antisecuestros de la PDI. La investigación se mantuvo en total reserva. Según informó La Tercera, pronto se descartó un móvil político y surgió una nueva hipótesis basada en el testimonio de un cercano: una vida paralela habría motivado el secuestro.
“Él me contó que se había metido a una juerga con colombianas, donde lo grabaron en situaciones sexuales con menores de edad”, declaró un amigo del exalcalde. También informó que Montoya tenía una relación secreta con una venezolana, con quien habría tenido un hijo.
La existencia de una gran suma de dinero en efectivo en su casa levantó sospechas. Fuentes policiales indicaron que esta situación, junto a sus vínculos personales, habría incrementado su vulnerabilidad ante bandas delictuales dedicadas a la extorsión.
Tras más de 48 horas de cautiverio, Montoya apareció en Padre Hurtado a las 3 AM del domingo. Estaba golpeado, con quemaduras, y visiblemente desorientado. Actualmente se encuentra bajo protección policial mientras la PDI busca a los autores del secuestro.