Ola de reconocimientos a Palestina acelera la agenda en vísperas de Asamblea General de la ONU

Con el reconocimiento de Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal, más de 150 países ya respaldan a Palestina, mientras Israel rechaza la medida y mantiene su política de asentamientos.

22-09-2025

El domingo 21 de septiembre, Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal reconocieron al Estado de Palestina y aceleraron la agenda diplomática previa a la Conferencia internacional por la solución de dos Estados del lunes 22 en Nueva York. La decisión coordinada reordenó alianzas en la víspera de la Asamblea General de la ONU y amplificó la pregunta central: por qué cada vez más países optan por el reconocimiento estatal palestino en medio de la guerra en Gaza y la ocupación en Cisjordania. hoy


El encuentro, impulsado por Francia y Arabia Saudita, nace tras meses de trabajo para fijar una hoja de ruta que preserve la viabilidad de dos Estados y defina garantías de seguridad verificables. Estados convocantes prevén cronogramas, apoyo financiero y mecanismos de supervisión. Además, la participación de Mahmud Abbas se habilitó de forma virtual luego de que Estados Unidos negara visados a su delegación y la Asamblea General aprobara una sesión ad hoc.


¿Qué significa que más países reconozcan a Palestina?



Además de Francia, se prevén anuncios de México, Malta, Andorra, Luxemburgo y San Marino. Con los reconocimientos del domingo, 151 de los 193 miembros de la ONU ya respaldan a Palestina; en América solo Panamá y Estados Unidos quedan al margen y, en África, Camerún y Eritrea. Ese crecimiento no es solo simbólico: consolida aperturas y elevaciones de embajadas, habilita tratados y alinea votos en agencias multilaterales, dando mayor coherencia a la representación palestina y coordinación estable.


Sumado a ello, el paso británico tiene un peso histórico por la Declaración de Balfour de 1917, cuando Londres avaló un hogar nacional judío en el territorio de Palestina. Que Reino Unido reconozca hoy a Palestina añade un componente simbólico y práctico: como miembro permanente del Consejo de Seguridad, su giro se alinea con China y Rusia y deja a Washington como el único permanente que sostiene una posición contraria al reconocimiento dentro de ese órgano.


Varios socios europeos mantienen reservas y no han reconocido a Palestina: Alemania, Italia, Países Bajos, Grecia, Austria y Finlandia. La conferencia busca reducir esa brecha y sincronizar posturas en torno a la solución de dos Estados, clarificando que el reconocimiento no prejuzga fronteras definitivas y que estas deberán acordarse por negociación directa conforme a resoluciones de la ONU, con garantías de seguridad y verificación internacional.


Los cuatro países que se adelantaron fijaron condiciones explícitas: Hamás no tendrá rol en el futuro gobierno, el nuevo Estado reconocerá el derecho de Israel a existir y se celebrarán elecciones supervisadas por la Autoridad Palestina. También plantearon reformas administrativas y cooperación en seguridad. Estas exigencias pretenden enmarcar el reconocimiento en estándares de gobernanza y control fronterizo compatibles con el Derecho Internacional.


Abbas valoró los anuncios del domingo como “un paso importante y necesario para lograr una paz justa y duradera conforme a las resoluciones de la legitimidad internacional”. En paralelo, la llamada declaración de Nueva York perfila un esquema de seguridad transitorio en Gaza con una fuerza internacional con mandato de la ONU, previo al despliegue de una policía palestina verificada y a un programa de asistencia financiera escalonado.


¿Cómo quedan Estados Unidos e Israel?


Con Francia y Reino Unido reconociendo a Palestina, ambos se suman a China y Rusia y dejan a Estados Unidos como único miembro permanente del Consejo de Seguridad con posición contraria. Desde octubre de 2023, Washington ha vetado seis proyectos de resolución que pedían alto el fuego en Gaza. La nueva correlación eleva el costo político de más vetos y coloca a la conferencia bajo presión para entregar una hoja de ruta concreta y verificable.


El Gobierno israelí rechazó el reconocimiento y sostuvo que no promueve la paz, desestabiliza la región y recompensa los ataques del 7 de octubre de 2023. La Cancillería afirmó que la Autoridad Palestina es parte del problema y pidió a Londres no permitir que una ideología yihadista guíe sus políticas. El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró: “No habrá un Estado palestino al oeste del río Jordán” y anunció expansión de asentamientos.


La práctica del reconocimiento se apoya en la Convención de Montevideo de 1933: población permanente, territorio definido, gobierno y capacidad de relacionarse con otros Estados. Aun con la ocupación de amplias áreas y limitaciones de autoridad, la decisión es política y permite elevar jefes de misión al rango de embajadores, firmar tratados y dar mayor coherencia a la representación palestina en foros, sin alterar de inmediato la situación en terreno.


El proceso enfrenta obstáculos materiales y políticos: el territorio palestino está bajo ocupación en Cisjordania y Gaza y gran parte de Cisjordania permanece bajo administración israelí. Además, el poder de veto estadounidense puede bloquear la membresía plena de Palestina en la ONU. El reconocimiento, por tanto, ordena posiciones y activa instrumentos diplomáticos, mientras la implementación depende de negociaciones, garantías de seguridad y verificación.


La conferencia en Nueva York sintetiza el trabajo de Arabia Saudita y Francia y circula un texto que excluye a Hamás del futuro gobierno de Gaza y prevé seguridad transitoria con mandato de la ONU antes de una transferencia completa a una policía palestina verificada. Todo ello ocurre con un saldo en Gaza superior a 65.000 muertos y con llamados reiterados a proteger civiles y a abrir corredores humanitarios sostenidos para abastecimiento esencial.