Pesadilla libertaria: el desafío de Kast para controlar las salidas de libretos de Kaiser y sus amigos
Mientras el ex presidenciable libertario suena como carta ministerial y el PNL fija las “líneas rojas” que deberán aceptar los republicanos para integrarlos a su gobierno, sus diputados Labbé y Karlezi protagonizaron una vergonzosa transmisión de streaming, planteando una pregunta clave para la administración de Kast: ¿Podrá controlarlos?
Para José Antonio Kast el inicio del nuevo ciclo político no ha sido un despertar tranquilo, sino más bien una secuencia incómoda que se repite una y otra vez. Cada cierto tiempo aparece una nueva advertencia o una polémica inesperada desde el mundo libertario, el mismo sector que fue clave en su triunfo, pero que hoy amenaza con convertirse en su principal dolor de cabeza. Johannes Kaiser y su entorno han dejado claro que no entrarán al gobierno sin poner límites y líneas rojas.
Las declaraciones del ex candidato presidencial se han ido acumulando como capítulos de un mismo cuento. A eso se suman episodios que incomodan a la nueva administración antes incluso de que empiece a funcionar, como videos, polémicas personales y salidas de libreto que obligan al comando de Kast a salir a apagar incendios antes de consolidar su propio relato.
Honorables diputados
Lo que debía ser una transmisión de streaming navideña y hasta cierto punto familiar terminó generando un dolor de cabeza en el mundo nacional libertario. El especial navideño del podcast “La cofradía” del youtuber La Mano Invisible contó con la presencia del diputado Cristián Labbé y del diputado electo Pier Karlezi, entre otros polemistas de ultraderecha, y, entre el alcohol y las risas de los comensales, dejó una serie de momentos para el olvido.
Labbé, ex jefe de campaña y principal escudero de Johannes Kaiser en la llamada “Ruta 4K”, lanzó una serie de declaraciones soeces y agresivas, incluyendo “Que los zurdos me la mamen” y, con tono desafiante, “Al final del día, nací funao y voy a morir funao”, momento en que su hija —menor de edad, presente con él en la grabación— lo interrumpió, incómoda, para intentar detener su alocución.
En un diálogo distendido, con alcohol sobre la mesa, llovieron las expresiones sexuales, símbolos grotescos, denostaciones de todo tipo hacia quienes detentan ideas progresistas y hasta burlas a la religión católica de parte del panel. El propio Labbé —con la boca traposa, en lo que muchos han interpretado como un gesto claro de borrachera— tuvo una seguidilla de gestos inapropiados durante la transmisión.
Por eso, las diputadas comunistas Carmen Hertz, Lorena Pizarro, María Candelaria Acevedo y Nathalie Castillo ingresaron una solicitud formal ante la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados para que se abra un procedimiento contra Labbé y se investigue su actuar por una eventual “grave infracción a los deberes del cargo”.
Así lo indicó la propia Hertz en sus redes sociales, donde apuntó al hijo del ex alcalde de Providencia “por su comportamiento procaz, lenguaje de lenocinio y una total falta de decoro, en condición evidentemente ebrio, espetando groserías de índole sexual, a sabiendas que estaba siendo grabado, lo que evidentemente implica una grave infracción a los deberes del cargo que ostenta”.
No es la primera vez que el universo libertario protagoniza un momento incómodo para un presidente electo que busca encabezar un “gobierno de unidad”.
En la noche del 14 de diciembre, cuando José Antonio Kast ganó la segunda vuelta, Labbé no llegó a la sede del Partido Republicano, sino que se dirigió a la calle Andrés Bello, donde organizó junto a Sebastián “Cuchillo” Eyzaguirre una celebración paralela, marcada por vítores y banderas con la figura del dictador Augusto Pinochet y la entonación de la tercera estrofa del himno nacional.
En ese evento, tanto Kaiser, Labbé como la senadora electa Camila Flores (RN, pero ligada al mundo más bravo de la ultraderecha) se dirigieron a las miles de personas que se reunieron. “Que lloren los zurdos porque hoy les ganamos”, señaló la diputada. En ese momento, Eyzaguirre agradeció las palabras y le dijo a Flores “Oye, que está rica la Camila… perdón, es senadora, se me salió el patriarcado”, además de articular frases como “Se acabaron estos zurdos de mierda” y “El que no salta es comunista”.
Molestia, sin disciplina
El ex candidato presidencial y fundador del PNL, Johannes Kaiser, abordó la polémica sobre la transmisión en vivo que protagonizaron Labbé y Karlezi, aunque inmediatamente se desmarcó del asunto: “¿Qué quiere que le diga? En primer lugar, no es un programa oficial del partido, no que yo sepa”.
Las declaraciones de Kaiser obvian que tanto Labbé y Karlezi, así como La Mano Invisible han sido personajes de suma importancia en su campaña. De hecho, tanto los parlamentarios electos como el youtuber libertario lo acompañaron por semanas en su ruta presidencial a lo largo de Chile.
De todas formas, Kaiser negó que Labbé y Karlezi estuvieran borrachos durante el streaming: “No, mis diputados no estaban ebrios que yo sepa, no lo estaban”.
Pese a lo explícito de las imágenes que circularon, el líder libertario evitó adoptar medidas disciplinarias o sanciones en contra de los parlamentarios, aunque señaló que “eso no obsta a lo que sean las acciones disciplinarias que tomen otros organismos del partido en razón de su autonomía”.
“Nosotros no somos el Frente Amplio, ni mucho menos”, aseguró el líder libertario, cuestionando que “más allá de que tengan toda la autonomía y el derecho a decir lo que quieran, no es aceptable que comprometan la imagen del partido”.
Cerró diciendo: “Espero que sea aprendizaje para todos quienes sean militantes y que no se repita. Esto es como en el Ejército, aunque tenga o no puesto el uniforme, usted forma parte en todos lados".
Para el director ejecutivo de Fundación Piensa, Juan Pablo Rodríguez, “cualquier acción de cualquier miembro de un partido que esté fuera de lo correcto requiere disciplina parlamentaria. Creo que Chile vive un problema de gobernabilidad y, en parte, ese problema viene dado por la poca disciplina que existe dentro de los partidos”.
En ese sentido, Rodríguez valora la reprimenda de Kaiser, pese a que no haya impuesto sanciones específicas: “Creo que la señal que ha dado es la correcta: públicamente transmitir —en clave política, obviamente— su malestar”.
“Confío en que es una cuestión que se debiese rectificar y no repetirse. Tanto ellos como otros son partidos jóvenes, que están en un proceso de aprendizaje, y confío en que esa curva de aprendizaje va a ser lo más rápida posible, de modo tal de poder materializar lo que es la principal virtud política: la prudencia”, planteó.
El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, agregó a Turno PM que “el diputado Labbé queda afectado por la polémica en la que se vio envuelto”, cuestión que toma relevancia dado que “no hay mucho elenco dentro del PNL, más allá de Kaiser, y en un gobierno de emergencia como el que pretende Kast no hay espacio para gestos de identidad”.
Las líneas rojas de Kaiser
Entre los exabruptos y las polémicas de los miembros del Partido Nacional Libertario, José Antonio Kast debe definir qué rol tendrá la colectividad en su gobierno y qué nombres propios de la tienda podrían formar parte de su gabinete. El PNL, en tanto, se encuentra ante el dilema de integrarse a sus filas u optar por el camino propio que les permita marcar diferencias con la administración republicana y mostrarse como una opción para las presidenciales de 2029.
En ese sentido, si el ex candidato presidencial y principal líder del PNL, Johannes Kaiser, asume como ministro de Kast ha sido una de las principales discusiones de las últimas semanas.
Kaiser, cuyo nombre ha sonado en Defensa y en Seguridad, entregó señales de que se incorporaría al gabinete tras el triunfo electoral, aunque con el correr de los días estas se han ido diluyendo. Desde su entorno saben que sería una apuesta de alto riesgo, dado que, como todo ministro, podría convertirse en un fusible y con ello poner en riesgo su principal objetivo: una nueva aventura presidencial.
Además, los republicanos implantaron el criterio de evitar ministros que sean parientes de parlamentarios, lo que podría ser un problema para el líder de los nacional libertarios, hermano de la recientemente electa senadora por La Araucanía Vanessa Kaiser.
Este martes, Johannes Kaiser se reunirá con el ex ministro Claudio Alvarado, uno de los hombres de mayor confianza del presidente electo, para presentarle un documento con las “líneas rojas” de su colectividad: las condiciones políticas, legislativas y de principios que el PNL considera intransables para decidir si se integra o no al futuro gobierno de Kast.
En ese sentido, adelantó que “hay políticas profundamente ideológicas que creemos que tienen que ser neutralizadas”. Ya había señalado en La Tercera que “si nuestra visión de sociedad fuese absolutamente rechazada, no vamos a participar del gobierno”.
Entre las “líneas rojas” libertarias que han trascendido estarían el avance al fin de las contribuciones, discutir el presupuesto del INDH, “corregir” la ley de aborto en 3 causales (específicamente la causal por violación) y frenar iniciativas como el Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género y la Educación Sexual Integral.
Lo anterior, bajo una lógica que Kaiser ha repetido en privado: o el PNL se integra plenamente, poniendo todos sus nombres a disposición —incluyendo el propio—, o no se integra.
Para Juan Pablo Rodríguez, “si son consistentes con lo que fue su discurso de campaña, hay amplias coincidencias entre el mundo republicano y el mundo nacional libertario. A mí me parecería poco razonable no sumarse al gobierno y creo que las señales van en esa línea, más allá de que sea inusual que se declare esta ´línea roja´ por la prensa”.
“Desde una perspectiva pragmática, la mejor manera de tener control respecto de las acciones del ecosistema nacional libertario es precisamente incorporarlo institucionalmente, porque eso genera en ellos responsabilidad”, plantea Rodríguez. “Otra cosa es la entrada o no de Johannes Kaiser: creo que ahí las señales han sido más difusas”.
Sobre esa incorporación, el director ejecutivo de Fundación Piensa plantea que se trata de “una moneda que tiene 2 caras”: “Una cara es que existe alta rotatividad ministerial; que los ministros son, efectivamente, en un régimen presidencial, un fusible; y que, por lo tanto, incorporarse al gobierno podría terminar siendo contrario a su ambición presidencial. La otra cara de esta moneda es que en Chile construir liderazgo fuera del gobierno, del parlamento o de un municipio, es algo muy difícil. Y, consecuentemente, ahí hay una ponderación de riesgos y beneficios respecto de una eventual candidatura presidencial, porque si es que Kaiser se incorpora al gabinete en un rol relevante, por ejemplo, en materia de Defensa o en Seguridad, en un gobierno que va a estar centrado en esos temas, y él es capaz de hacerlo bien, eso puede ser una catapulta presidencial”.
Para Marco Moreno, en cambio, “la agenda de Kaiser y del PNL es una agenda muy identitaria, que, de alguna manera, tendría que alinearse con los planteamientos propios de un gabinete de emergencia, que es lo que ha planteado Kast. En un gabinete de emergencia, el margen para gestos identitarios va a ser mínimo y eso va a tensionar a la base dura de Johannes Kaiser”.
“Mantenerse afuera podría ser la mejor opción si quieren convertirse en un liderazgo importante, pensando en los próximos 4 años. Si no entran al gobierno, van a preservar identidad, van a dar una señal de coherencia y de capacidad de marcar diferencia. Desde ahí, pueden cumplir un rol funcional en el sentido de contener y representar a los sectores más radicales, presionando probablemente al gobierno desde la derecha. También pueden capitalizar las eventuales frustraciones que la gente podría tener si las cosas no se realizan en los tiempos que la ciudadanía espera”, concluyó.
Desde la oficina de Kast, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, destacó que los libertarios “han demostrado un interés especial por formar parte del futuro oficialismo” y que ven eso “con muy buenos ojos”.
“Es una conversación que obviamente se va a ir sumando a las otras que estamos teniendo con los partidos políticos, y me da la impresión de que va a llegar a buen puerto”, acotó.
Aunque aclaró que por ahora no ha tenido “la oportunidad de ver el contenido de lo que quieren plantear”, reforzó que “ellos tienen todo el derecho en plantear cuáles son los términos en que se quieren sumar a un futuro gobierno”.