¿Milei salvado por Trump? El respaldo que busca frenar un nuevo colapso argentino
El desgaste político y económico del gobierno del mandatario argentino aumenta la dependencia externa, mientras Estados Unidos aparece como un aliado clave que podría marcar su supervivencia.
La mística de Javier Milei parece desvanecerse. El presidente que irrumpió en la Casa Rosada con su motosierra ya no despierta el mismo entusiasmo en los argentinos. El escándalo de corrupción que involucra a su hermana y secretaria general, Karina Milei, junto a la dura derrota en las elecciones bonaerenses, lo dejaron atrapado en un pantano político. A ese desgaste. se suma un viejo fantasma para Argentina: la depreciación del peso y una inflación que no da tregua.
Según La Nación, la clave de esta debacle estaría en los comicios del pasado 7 de septiembre, donde La Libertad Avanza no sólo perdió por 13 puntos contra el peronismo, cedió algo más estructural que es su original condición de partido policlasista, dejando de tener la misma penetración en las zonas pobres de la provincia de Buenos Aires. Esto es grave para el gobierno ya que una de sus características de originalidad en las anteriores elecciones fue que las adhesiones a Milei atravesaban todos los segmentos de ingresos.
En ese contexto, el mandatario argentino enfrenta además una realidad económica cada vez más adversa. Esto, tras meses de ajuste fiscal y recortes drásticos, que generaron malestar social sin traducirse en mejoras rápidas, el peso volvió a depreciarse y la inflación se mantuvo alta.
La falta de resultados concretos erosionó la confianza de los mercados y de la población, mientras las reservas del Banco Central siguen en niveles críticos. Si bien el gobierno busca oxígeno con medidas como la suspensión de retenciones al agro y negociaciones de apoyo financiero externo, la sensación general es que las promesas de estabilidad aún no se cumplen, profundizando el desgaste de su liderazgo.
Estados Unidos al rescate
Desde Nueva York, y ad portas de una nueva Asamblea General de las Naciones Unidas, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, dio este lunes una fuerte señal de respaldo al gobierno de Javier Milei al confirmar que podrían apoyar a la Argentina a través del Fondo de Estabilización Cambiaria.
Mediante su cuenta de X, el hombre clave de la administración de Trump precisó que las opciones pueden incluir un swap, compra directa de divisas y compras de deuda gubernamental denominada en dólares estadounidenses.
“La Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina, y el Departamento del Tesoro está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a la Argentina”, señaló Bessent.
Al respecto, Iván Carrino, economista argentino e investigador asociado de Faro UDD, señaló a Turno PM que todo lo que está pasando “es bastante simpático, porque en realidad ya le pedimos plata al Fondo Monetario Internacional. Alrededor de abril el Fondo se comprometió a extendernos 20.000 millones de dólares de nuevo crédito. Como la situación se deterioró a pesar de ese préstamo, ahora apareció el Tesoro de Estados Unidos al rescate”.
En síntesis, advierte, que “le hemos pedido a todo el mundo. Al sector privado, a inversores argentinos y extranjeros, a los organismos internacionales y, ahora, también estamos recibiendo ayuda del Tesoro norteamericano”.
Siguiendo esa línea, el analista internacional y doctor en Estudios Latinoamericanos, Gilberto Aranda, señaló a Turno PM que no es la primera vez que Estados Unidos ha brindado ayuda a Argentina, algo que ocurrió en más de diez ocasiones, como, por ejemplo, en 1959, 1961, 1962 y 1995. Sin embargo, Aranda aclaró que “lo llamativo son los términos en que se plantea ahora, o cómo lo interpreta Milei. El Tesoro de Estados Unidos ha señalado que habrá algún tipo de respaldo, lo cual es relevante. Milei lo traduce como apoyo incondicional, y ahí es donde hay que precisar bien la situación”.
El académico añadió que, si Washington optara por un respaldo total, más allá de lo que digan los mercados, esto podría complicar también a la economía estadounidense y mostraría un alto grado de ideologismo en la postura del gobierno norteamericano.
En conversación con Turno AM, el periodista de El Destape de Argentina, Nicolás Lantos entregó su análisis sobre esta situación, planteando sus dudas sobre una deuda con los estadounidenses y, sobre todo, con Trump. “Lo que está planteando Milei es absolutamente excepcional, fuera de cualquier regla, y sería dramático para la Argentina en el largo plazo, porque establecería un vínculo de dependencia en un país que históricamente se ha caracterizado por su neutralidad en política internacional”, señaló.
Añadió que “esa neutralidad, en esta época de grandes tensiones globales, vale más que nunca. Tomar partido de esta forma es peligroso, incluso sin considerar la “letra chica” que puede traer un acuerdo de este tipo, que siempre es impresionante, y más aún con Donald Trump de por medio”.
El fantasma de la dolarización
El arranque de semana volvió a poner presión sobre los activos argentinos y encendió dudas sobre el rumbo económico. Para el economista Iván Carrino, “la caída de la bolsa y de los bonos resulta de un fuerte descenso en la credibilidad respecto de que Argentina hará un ajuste fiscal y pagará sus deudas”.
En esa línea, recalcó que “en la medida en que el Congreso rechaza la política económica del gobierno se percibe que Argentina volverá a lo de siempre: desequilibrio fiscal y, en consecuencia, problemas de deuda e inflación. El resultado es que los inversores se alejan de los activos argentinos, vendiendo bonos y acciones, y también vendiendo la moneda local contra moneda extranjera”.
El nuevo escenario abre la puerta a que la promesa de Milei de dolarizar la economía argentina vuelva a tomar relevancia. El diario The Wall Street Journal publicó un editorial en el que sugirió que el país “necesita una moneda estable, lo que probablemente requiera la dolarización”.
El artículo, titulado “Cómo Donald Trump puede ayudar a Javier Milei en la Argentina”, señala que “el momento es propicio para que el presidente sudamericano, que se presentó a las elecciones hace dos años con la promesa de cerrar el Banco Central de su país y adoptar el dólar. Trump ha dicho que está a favor del gobierno de libre mercado de Milei. Ahora puede demostrarlo respaldando la dolarización de un importante aliado de Estados Unidos”.
Al mismo tiempo, el medio señala que los errores en la gestión monetaria le están pasando factura al mandatario. Durante más de un año mantuvo los controles de capital heredados del gobierno anterior y el Banco Central aplicó un tipo de cambio rígido por debajo de la inflación. Como resultado, “demasiados pesos persiguiendo muy pocos bienes a un tipo de cambio sobrevalorado hicieron que los argentinos se sintieran más ricos de lo que realmente son”, añade el artículo.
“En términos teóricos podría ser deseable en el sentido de que Argentina se olvidaría de los problemas históricos con su moneda”, opina Carrino, aunque de todas maneras piensa que “no es una opción muy posible en el corto plazo. Hasta el propio presidente Milei planteó varios pasos difíciles de cumplir para concretarla, con lo cual hoy no está sobre la mesa”.
El incierto futuro de Milei
Para el analista Gilberto Aranda, Milei está pagando los costos de un mal manejo político. “El primer año la sociedad argentina ‘se lo bancó’. Pero una sociedad ya agobiada por diversas situaciones económicas comienza a mostrar agotamiento. Además, han pasado cosas que han desalentado a la gente y eso se traduce en pérdida de confianza, también en los mercados”, señaló.
Otro punto crítico fueron las elecciones de medio término, que el gobierno convirtió en un plebiscito sobre su gestión. “Lo ocurrido en Buenos Aires fue poco alentador. Al plebiscitar la elección, eso tiene costos”, explicó Aranda.
El analista advirtió que la estrategia de Milei, que en algún momento podía rendir frutos dentro del mundo conservador, hoy enfrenta voces disidentes incluso entre aliados previos, como el PRO y Mauricio Macri, que antes respaldaban al mandatario.
Según Aranda, Milei enfrenta así un escenario complejo: “La sociedad empieza a mostrar agotamiento y los aliados conservadores ya no están alineados como antes, lo que encarece políticamente su gestión”.
De acuerdo a una reciente encuesta publicada por la consultora Opina Argentina, la evaluación positiva de la gestión de gobierno de Milei alcanzó mínimos históricos. Mientras que el 58% de los encuestados la ponderó negativamente, un 39% lo hizo de manera positiva. Este último dato implica una baja de 3 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Como dato a destacar, el estudio se realizó la semana siguiente a las elecciones bonaerenses.
Respecto a cómo ve la estabilidad del mandatario argentino, Nicolás Lantos sugiere que Milei está perdiendo lo único a lo que se estaba sosteniendo, que era el poder local. “Cuando esos factores empiezan a darle la espalda —que era lo que estaba pasando—, va directamente a golpear la puerta de la Casa Blanca. Está la elección como elemento cortoplacista, obviamente, pero yo diría que, en realidad, hay un cortoplacismo todavía más grande”.
En ese sentido, incluso se atrevió a decir que “si ayer Scott Bessent no salía, 15 minutos antes de la apertura de los mercados argentinos, a mostrar ese respaldo, no sé si el equipo económico de Milei duraba el día. La semana pasada hubo una progresión y, hasta entonces, el Banco Central no estaba interviniendo con reservas para mantener el precio del dólar”.
Sobre si esto pronostica una caída de Milei de la Casa Rosada, esgrimió que “puede ser”. Explicó que “cuando se dice que Milei estaba a punto de caer, se alude a una decisión política en gestación. Por un lado, un repudio social creciente al gobierno y, sobre todo, un giro en el mundo empresarial–corporativo, el mismo que lo llevó a donde está y hoy lo sostiene”.
Lantos finalmente apuntó a que “en las últimas semanas, especialmente tras la derrota en la elección provincial de Buenos Aires, surgieron cuestionamientos muy fuertes sobre su capacidad para llevar esto a buen puerto y, por lo tanto, especulaciones sobre su reemplazo”.