La izquierda y el espejo neoliberal

"Ser de izquierda no es competir con el de al lado, sino cuidar al colectivo y, como escribió Galeano, creer que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, escribe Daniela Berríos para Turno PM.

06-11-2025

Por Daniela Berríos Söhrens


Aunque Jeannette Jara ha logrado convocar apoyos transversales desde la izquierda hacia el centro, no podemos ignorar la fragmentación que atraviesa los círculos sociales, políticos y culturales del progresismo.


Si bien el sector reconoce la urgencia de reconstruir el tejido social y recuperar la hegemonía de ila zquierda —como planteaba Gramsci—, esta tarea parece imposible cuando dentro de esos mismos espacios se reproduce un elitismo que a ratos resulta tanto o más brutal que el de la derecha.


El quiebre entre discurso y práctica muestra cuánto ha calado el neoliberalismo en las subjetividades formadas bajo su lógica. Byung-Chul Han lo define como una autoexplotación disfrazada de libertad: incluso quienes se declaran en contra del sistema actúan como competidores dentro de él. Así, aunque el discurso progresista resuene desde la razón y el deseo de justicia, emocionalmente muchos siguen sintiéndose como sujetos neoliberales.


En un espacio donde debieran predominar la empatía, la autocrítica y la solidaridad —valores que Paulo Freire entendía como base de toda conciencia liberadora—, abundan conductas marcadas por la rivalidad y la desconfianza. No siempre hay ánimo de excluir: son hábitos aprendidos, naturalizados por una cultura que, como advirtió Bourdieu, premia el mérito individual y refuerza las jerarquías simbólicas.


La izquierda necesita volver a sus bases y abrir sus espacios de poder a quienes no provienen de las élites. Valorar las ideas y el compromiso más que las credenciales académicas es un acto de coherencia.


Ser de izquierda no es competir con el de al lado, sino cuidar al colectivo y, como escribió Galeano, creer que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

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