Tensión en la frontera: la apuesta de republicanos por capitalizar la crisis migratoria ad portas de la elección

A 12 días de la elección, José Antonio Kast endurece su narrativa de crisis en la frontera, mientras el gobierno y ex cancilleres lo acusan de usar electoralmente la migración. La ex ministra Antonia Urrejola advirtió, además, la “impracticabilidad” de ejecutar expulsiones masivas en un periodo breve.

02-12-2025

El tema migratorio ha dominado la agenda durante los últimos días, al punto de que diversos medios trasladaron sus equipos hasta la frontera entre Chile y Perú para cubrir la situación en terreno. En ese contexto, este lunes el senador republicano electo por La Araucanía, Rodolfo Carter, apareció en el lugar justo cuando un grupo de migrantes intentaba abandonar el país. Su irrupción —premeditada o no— captó de inmediato la atención mediática y levantó cuestionamientos sobre el propósito de su visita.


Más tarde, Carter protagonizó un tenso intercambio con la periodista Andrea Aristegui en el matinal de CHV. Lo que partió como una entrevista destinada a aclarar los motivos de su presencia en la frontera escaló rápidamente. Aristegui le preguntó de manera directa si su viaje respondía a un uso político de la crisis migratoria, y Carter replicó acusándola de “agredirlo”. 


En entrevista en el programa Turno AM, Orlando Vargas, alcalde de Arica, aclaró que el senador no se puso en contacto con él a su llegada. “Pasé como a las cinco de la tarde desde Arica a Tacna y volví como a la medianoche, pero no vi al señor Carter”, admitió.


Kast y el norte 


El episodio adquiere aún mayor relevancia en la antesala del balotaje, justo cuando la migración se ha convertido en uno de los ejes centrales de la estrategia presidencial de José Antonio Kast. 


El propio candidato reforzó ese tono el viernes pasado, cuando advirtió en su cuenta de X que “a los inmigrantes irregulares en Chile les digo que quedan 103 días para que ustedes salgan voluntariamente de nuestra patria. Si es que en algún momento quieren ingresar a Chile por la puerta, no pueden tener ninguna falta de irregularidad en nuestra nación”. Su mensaje, de fuerte contenido punitivo, volvió a instalar el debate sobre el uso político de la migración y su impacto en un clima electoral ya tensionado.


La candidata oficialista, Jeannette Jara, salió a responder la cuenta regresiva planteada por Kast, calificándola como “una challa de campaña” y cuestionando el uso electoral del tema migratorio. La candidata señaló que “usar esto para ganarse unos votos más y además instalando que hay una crisis humanitaria y una gran cantidad de personas, yo no sé realmente”, subrayando que, según su experiencia en Chacalluta, “el flujo que se ve en la misma televisión es muy habitual”. 


No obstante, Kast defendió la contundencia de su mensaje migratorio, remarcando que “no vamos a hacer regularizaciones masivas, les quedan cien días. ¿Y eso ha generado un movimiento migratorio? Sí, eso no es challa, es la verdad”. El abanderado aseguró que su postura ya estaría teniendo efectos en la frontera y emplazó al gobierno a impulsar gestiones diplomáticas para habilitar un “corredor de retorno humanitario” hacia países como Ecuador, Colombia o Venezuela.


Al respecto, el analista político y académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, comentó a Turno PM que “la agenda política de la candidatura de Kast se ha basado en tres temas que han sido reiterados: migración, seguridad y economía. En ese contexto, lo que ha hecho básicamente es asegurar que de esta manera van a cumplir la palabra respecto a esos temas”.


Duval señaló que “cuando uno mira lo que sucede en la frontera norte, no tiene la magnitud de otras veces ni mucho, pero parece que el mensaje ha llegado”.


Sumado a lo anterior, el analista cree que el debate sobre la migración no le favorece tanto a la candidata Jeannette Jara tanto como al republicano, dado que “es un tema que ella toma, yo diría, en los últimos tiempos”. Además, según Duval también existe “la dificultad de la mala evaluación del gobierno en esta materia, que también recae sobre la propia candidatura”.


Nada extraño en la frontera 


El alcalde de Arica, Orlando Vargas, relativizó la idea de una “crisis migratoria” en la frontera y aseguró que la situación ha sido sobredimensionada. Según explicó la autoridad en Turno AM, para que exista un escenario como el descrito por algunos medios nacionales “tienen que haber por lo menos unas 300, 400, 500 personas con problemática humanitaria, y eso hasta hoy día no ha pasado”. 


Vargas enfatizó que el movimiento de viajeros aumenta en diciembre por razones estacionales, cuando muchos migrantes retornan temporalmente a Ecuador, Colombia o Venezuela para pasar las fiestas. Aseguró que este flujo es parte de una dinámica de larga data: “Esto existe desde hace más de 10 o 15 años”, dijo, recordando que la frontera con Perú posee amplios sectores no regulados por los que históricamente han ingresado y salido personas. Por eso, insistió, ver “18 personas varadas” no constituye un fenómeno excepcional.


Frente al revuelo generado por la situación en el norte y a las críticas provenientes de distintas figuras públicas, el ministro de seguridad Pública, Luis Cordero, recordó en radio Infinita que la posición del país en materia fronteriza no es improvisada. Señaló que Chile “tomó decisiones hace bastante rato”, destacando que existe un despliegue militar en la zona desde febrero de 2023 y un trabajo coordinado con Perú y Bolivia para la gestión de los flujos migratorios.


El secretario de Estado explicó además que, en el caso peruano, existe una colaboración directa entre las policías de ambos países, un aspecto que —subrayó— algunas autoridades parecen desconocer. “Lo que me sorprende es que autoridades políticas no sepan estas cosas”, dijo, aludiendo al gobernador de Arica, Diego Paco, quien acusó al gobierno de estar en un “estado de negación” por el tema. 


En ese marco, Cordero insistió en que, más allá del clima electoral, la frontera opera con normalidad y que se mantiene un trabajo permanente con Perú para enfrentar cualquier contingencia.


De igual forma, Tomás Duval puntualizó que “cuando uno mira encuestas también y estudios más profundos, muchas personas asocian la migración con delincuencia. Esa es una asociación que el candidato Kast ha utilizado de manera frecuente y, hasta el momento, le está rindiendo frutos”.


Los ex cancilleres alzan la voz 


Con la frontera como protagonista y a 12 días de las elecciones presidenciales, un grupo de seis ex ministros de Relaciones Exteriores emitió este lunes una carta en la que cuestionan con dureza las propuestas en esa área del candidato José Antonio Kast, advirtiendo que su plan no ofrece “soluciones reales ni sustentables” al problema migratorio. 


Los firmantes entre los que se encuentran Soledad Alvear, Mariano Fernández, José Miguel Insulza, Heraldo Muñoz, Antonia Urrejola e Ignacio Walker señalan que las medidas planteadas por el candidato —como las expulsiones masivas de decenas de miles de personas en situación irregular— “carecen de sustento logístico y financiero y no tienen viabilidad diplomática”.


Consultada por la misiva, la ex canciller Antonia Urrejola señaló a Turno PM que “hay un uso político de la migración, porque se la transforma en un eslogan de campaña más que en un problema complejo que requiere cooperación con los países vecinos, instituciones fuertes y acuerdos serios”. 


A su juicio, la evidencia internacional demuestra que los discursos de “mano dura” o las promesas de “expulsiones inmediatas” pueden ofrecer rendimientos electorales rápidos, pero rara vez se traducen en políticas efectivas una vez en el gobierno. Este tipo de retórica, advirtió, no solo endurece el ambiente interno, sino que también “puede generar tensiones innecesarias con países vecinos”. 


En esa línea, Urrejola manifestó su inquietud frente a la promesa de expulsar a unas 350.000 personas en situación irregular en un periodo breve, advirtiendo que una operación de esa magnitud “requeriría miles de vuelos, recursos por cientos de millones de dólares y, sobre todo, la autorización de países como Venezuela para recibir repatriados”. Afirmó que propuestas de este tipo “terminan siendo materialmente impracticables y generan expectativas que no se pueden cumplir”.

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