Estudiantes denuncian burlas, maltratos y nulo diálogo con Mario Desbordes
Mientras exigen soluciones a problemas básicos, aunque históricos, como baños funcionales y entornos seguros, los escolares denuncian que la respuesta del alcalde de Santiago Centro ha sido criminalizar y ridiculizar. La tensión escala con la amenaza de desalojos y críticas desde el propio concejo municipal que piden saber “quién es el adulto".
Algunas cosas no cambian mucho con los años. El conflicto de los estudiantes con el Estado ha sido un tópico que durante mucho tiempo ha marcado tensiones en el debate de la educación pública, alcanzando puntos históricos como lo fue la movilización pingüina de 2006 o las manifestaciones estudiantiles de 2011.
Sin embargo, hoy en día el centro del conflicto estudiantil se ha instalado en Santiago Centro, donde las organizaciones de los principales liceos apuntan a la gestión del alcalde Mario Desbordes.
Específicamente, los dirigentes denuncian un trato hostil por parte de edil, recargado con criminalización y burlas, que, aseguran, ha limitado el diálogo en torno a sus necesidades.
“Nosotros tuvimos una reunión, pero realmente no se pudo hablar mucho con él. Desbordes estuvo cerrado el diálogo, tratando prácticamente de burlarse de nosotros, haciéndose desentendido con nuestras peticiones, que son básicas”, detalló a Turno PM el secretario de relaciones públicas del liceo Confederación Suiza, Williams Manríquez.
Si bien, la relación entre las autoridades y las organizaciones estudiantiles ha sido históricamente compleja, Manríquez hace hincapié en que la actitud del edil ha sido no solo poco proactiva, sino que marcada por una sutil agresividad que ha dejado nerviosos a los escolares.
La agresividad de Desbordes
“Fue con un ambiente tenso, ya que el día jueves de la semana pasada habíamos solicitado esta reunión, pero el alcalde nos hizo esperar y después se negó completamente, dijo que no iba a dialogar con delincuentes, que no iba a dialogar con sicarios de la educación”, acusa el dirigente.
Williams detalló que durante la cita con las autoridades municipales, los estudiantes exigieron disculpas a Desbordes por criminalizar las movilizaciones, pero que “se negó rotundamente”, asegurando que “sostenía las palabras que había dicho de que somos unos criminales” y que, incluso, “él y su equipo se dedicaron a hacernos caras, muecas, durante la reunión cada vez que solicitábamos algo”.
“Él se dedicó a hablar, diciendo que era gracias a nosotros y al movimiento estudiantil que habíamos perdido matrículas y bueno, ahí yo me pregunté, y le pregunté a él también, que ¿cómo un apoderado, cómo un estudiante, iba a querer matricularse en un liceo con condiciones tan indignas como el de nosotros”, agregó el dirigente estudiantil, quien reforzó esta acusación presentando una caja con todos los residuos que se encuentran a afuera de nuestro establecimiento, y en la entrada también, como condones, la ropa interior de una trabajadora sexual, bolsitas con droga, etc”.
Williams también destacó la intervención del presidente del Centro de Estudiante del Instituto Nacional, Matías Valdés, quien encaró al alcalde Desbordes por su actitud hacia ellos y las movilizaciones.
“Él le preguntó que si consideraba violenta tales cosas y que si iban a haber desalojos a base de las tomas, que queríamos una respuesta concreta, pero el alcalde nunca nos dio una respuesta concreta (...) la reunión no nos llevó a ningún lado, sólo fueron ambigüedades y consideramos que eso tampoco es la reacción de un alcalde hacia la educación pública que él tanto defendió en su candidatura”, detalló el estudiante.
El dirigente también señaló que la actitud despectiva de Desbordes se ha reflejado en otras formas, como la manera en que los citó a su oficina para abordar sus demandas: “Se lo venimos solicitando con el Instituto Nacional desde marzo, desde cuando él era candidato incluso, desde antes de que asumiera su alcaldía y ese día ni siquiera nos informó a nosotros, sino que le informó a nuestros directores, ese mismo día a las 9:30 de la mañana, que quería tener una reunión con nosotros a las 11:00 de la mañana. Ni siquiera nos dio un tiempo para prepararnos, tuvimos que empezar a imprimir papeles como locos y eso creo que fue irresponsable igual de su parte, citar una reunión sin anticipación”.
Manríquez plantea que para ellos la postura del edil es, al menos inapropiada, acusando que en un momento de la instancia “él empezó a levantar la voz diciendo que nosotros le estábamos faltando el respeto, y un sinfín de cosas más que para nosotros igual son fuertes. Las palabras de él, sobre todo viniendo de un alcalde”.
“Él nos dijo directamente que no iba a dialogar con liceos que estuvieran en tomas y que si se tomaban el liceo iba a haber desalojos y si se tomaban el liceo cinco veces iba a haber cinco veces desalojos”, agrega el menor de edad, destacando que ese comentario lo hizo “de manera pacífica”. Sin embargo, agrega que en el desalojo que hubo en su liceo el pasado viernes, “me golpeó un carabinero con un alicate tipo Napoleón. Entonces pacífico no fue el desalojo, siendo que al interior del establecimiento educacional sólo hay estudiantes desarmados que lo único que quieren es que se le respeten sus derechos fundamentales”.
Respecto a la agresión, el joven aseguró que no hubo respuesta del alcalde y que ya interpuso una denuncia al respecto ante el Instituto Nacional de Derechos Humanos.
La situación podría aclararse este viernes, cuando se concrete otra reunión agendada en la Municipalidad de Santiago Centro, junto a las autoridades y a la directora del SLEP, Paulina Retamales, aunque desde las organizaciones de estudiantes, no hay mucha expectativa.
“Si no hay respuesta, no me quiero adelantar a nada, porque esto se tiene que dialogar con las bases, pero probablemente sigamos con nuestras movilizaciones activas hasta que se note una respuesta satisfactoria por parte de la alcaldía, porque sigue siendo sostenedora de nuestra educación pública”, cerró.
¿Quién es el adulto en la mesa?
La actitud del alcalde Desbordes no ha pasado desapercibida dentro del Consejo Municipal de Santiago Centro. Hace algunas semanas la concejala Dafne Concha (PC), ya había levantado alarmas por la determinación de su administración por priorizar “la mano dura policial” por sobre el diálogo.
“Pareciera ser que hay dos conversaciones que no se encuentran. Las declaraciones de los estudiantes, de los centros de padres y las del municipio parecen no coincidir. No sé quién no está escuchando a quién”, aseveró Concha en conversación con Radio Universidad de Chile, agregando que “yo lamento muchísimo el maltrato que se le hace a los estudiantes y este ninguneo que siempre se toma, entre las ‘manzanas podridas’ como decía Felipe Alessandri”.
“Lo que se ve siempre es esta mano dura, estos carros de policías que están puestos fuera de los establecimientos. El alcalde decía tan suelto de cuerpo que seis arietes de Carabineros habían sido usados para desalojar los colegios. Que increíble pensar que para eso sí tiene los recursos, para intervenir a seis colegios de una sola vez, pero sin embargo nunca hemos visto ese poderío para intervenir en problemas o crisis tan importantes como los que tenemos en barrio Meiggs”, criticó la concejala en dicha oportunidad.
A estos comentarios se suma el análisis de la también concejala, Ana María Yáñez (FA), quien conversó con Turno PM planteando que “cuando hay conflictos con comunidades estudiantiles es importante que desde el municipio, que en este caso que es el Sostenedor, se pongan en el rol de quienes son los afectados de lo que sucede en los servicios educacionales. Cuando se habla con estudiantes (...) es el adulto el que debe escuchar, contener, y también guiar el proceso que están llevando”.
Respecto a los tratos del edil, como calificar de “sicarios” a estudiantes menores de edad, señaló que “no corresponde de parte de un adulto y del sostenedor del establecimiento, en este caso, referirse así a los estudiantes. Espero que no vuelva a suceder, porque no solamente el alcalde, sino que algunos concejales también lo han hecho, tanto en Concejo Municipal como en medios de prensa y eso no favorece en nada lo que nosotros nos debería convocar, que es poder solucionar los conflictos”.
“La única opción es que el sostenedor, el alcalde, pueda tener una actitud de diálogo abierta, dispuesta a escuchar, porque además hay que validar las demandas que tienen los estudiantes, o sea, los temas de infraestructura, de falta de profesores, son temas que vienen hace años en el municipio de Santiago. Entonces, hay que sentarse, saber quién es el adulto ahí, acoger las demandas y ver cuáles son válidas y cuáles no, cuáles podrán ser solucionadas al corto o mediano plazo”, cerró la concejala Yáñez.