“Es una polémica instalada por la oposición”: Llamado a impulsar movilizaciones del PC desata críticas en la antesala del cambio de gobierno

El cierre de año político no ha estado exento de controversias. A días de terminar diciembre y en plena antesala del cambio de gobierno, los dichos del presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, abrieron un nuevo flanco de debate que tensionó el ambiente de transición.

Un documento emanado del X Pleno del Comité Central del PC, que llamó a “impulsar hitos de movilización amplia y unitaria” durante 2026, fue leído por sectores de derecha como una señal de confrontación frente a la próxima administración de José Antonio Kast, desatando críticas desde la oposición y también, algunas, desde el propio oficialismo.

Ante ese escenario, Carmona salió a responder y buscó desdramatizar el alcance de sus palabras, negando cualquier intención de presión política o de desestabilización del nuevo gobierno. En conversación con Radio Nuevo Mundo, el dirigente enfatizó que el PC “no va a entrar en ese juego” y remarcó que los movimientos sociales y sindicales “tienen vida propia”, subrayando que apropiarse de estas expresiones sería “el peor de los errores” porque trascienden a cualquier militancia.

La posición del PC: “No resiste análisis”

En conversación con Turno PM, la secretaria general del Partido Comunista, Bárbara Figueroa, señaló que se trata de una polémica artificial, instaurada por la derecha. “No resiste análisis construir una noticia a partir de 3 párrafos de un documento que es más que eso. No voy a hacer juicio sobre si es correcto o incorrecto, no, porque hicimos una reflexión”, señaló en referencia al escrito que emanó del Comité Central de su tienda, y que busca, según Figueroa, “analizar la multiplicidad de factores que influyeron en la derrota electoral” y “debatir la dirección del partido”.

De todas formas, la ex directora de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), destacó que el documento solamente hace referencia a fechas importantes para las organizaciones sociales e ironizó: “Si hay algunos que recién se están enterando de que existen el 8 de marzo y el primero de mayo, bueno, yo lo siento harto, pero no es que tengamos que decirlo los comunistas para que existan. No pareciera ser sostenible pretender adosarle (su existencia) a un documento de análisis”.

“Más que polémica, lo que hay acá es una suerte de téngase presente por parte del gobierno: que si se porta bien el Partido Comunista no va a tener ningún problema, que el PC no venga a amenazar”, declaró.

Y, acto seguido, agregó: “Yo quiero recordarle a todo Chile que el jingle del actual presidente decía ´Sin comunismo´ y a todo el mundo le parecía muy bonito. A ellos no les parecía que eso fuera antidemocrático ni nada. Pero si nosotros hablamos en un documento de cómo entender el contexto, de los desafíos que vienen, de que no queremos retrocesos para las familias trabajadores, resulta que ahí somos antidemocráticos, por el solo hecho de recordar dos fechas de las que no somos dueños”.

“Ahora, si el próximo gobierno no quiere dialogar con los actores sociales organizados. Si entienden la democracia a la medida de su metro cuadrado, tendrán que responder ellos. Pero no traten de poner el debate en nosotros”, reparó la ex embajadora de Chile en Argentina.

Consultada por la eventualidad de que corra riesgo el derecho a la movilización en un gobierno de la ultraderecha, Figueroa expresó que “espera que no”, pero no le extrañaría.

Y cerró con una reflexión: “Creo que lo que está pasando es una gran oportunidad. Ojalá que esto permita abrir la puerta para un debate serio acerca de cómo vamos a enfrentar la diferencia en el gobierno que viene”.

Coletazos en el oficialismo 

Pese a las señales que tanto Carmona como Figueroa entregaron, la idea de motivar una movilización ciudadana antes de que parta el gobierno de José Antonio Kast generó críticas incluso desde el interior del actual oficialismo.

Por ejemplo el demócratacristiano Eric Aedo señaló a La Tercera que “se puede ser oposición, defender las conquistas sociales, pensar en el futuro, pero no se pueden utilizar las movilizaciones como un arma política y de violencia para desestabilizar a los gobiernos”, mientras que Jaime Mulet (FRVS) manifestó al mismo medio que “protestar por protestar y llamar a movilización antes de que parta el gobierno porque perdiste la elección, no me parece”.

Por su parte, el diputado socialista Raúl Leiva, planteó que “no comparte la forma” del llamado del PC. “Si bien el derecho a la protesta y movilización están consagrados constitucionalmente y son expresiones del derecho a la libertad de expresión y de reunión garantizados universalmente, la oportunidad y el tono del emplazamiento tienen una connotación negativa, ad portas del inicio de un nuevo gobierno”, explicó.

En declaraciones dadas a Turno PM, Leiva reafirmó sus reparos sobre el momento en que se hizo el llamado: “La oportunidad de formular esas declaraciones, antes de asumir un gobierno y frente a eventualidades, en mi opinión no aportan al debate y al clima político”, aunque, de todas formas, recordó que “las organizaciones sociales y gremiales tienen la suficiente autonomía, para en el marco institucional, movilizarse y manifestarse”.

En medio de ese clima de críticas dentro del propio sector, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, desdramatizó el llamado a movilizarse de sus aliados y se mostró crítica de las lecturas alarmistas que han hecho al respecto.

“Creo que responde a una política común en el Partido Comunista, que es parte de su forma de actuar, que es la movilización, y son fechas que son emblemáticas, pero también he leído que hay intentos casi desestabilizadores producto de eso. Entonces yo creo que las lecturas son las complejas”, explicó en Radio Infinita.

“No sé si ustedes leyeron las conclusiones del Comité Central del PC, pero en ninguna parte hablan de intentos de desestabilizar (al futuro gobierno), sino simplemente de movilización, y la movilización está consagrada en la constitución”, afirmó la senadora electa por el Maule.

En declaraciones entregadas a Turno PM, la diputada de Acción Humanista, Ana María Gazmuri, señaló que “la reacción que se ha visto responde más bien a una polémica artificial, instalada por la actual oposición, que ha logrado imponer un relato que busca estigmatizar al PC, presentándolo como una fuerza desestabilizadora cada vez que plantea la necesidad de estar cerca de los movimientos sociales y de la ciudadanía. Lamentablemente, parte de la centroizquierda también se ha sumado a ese coro”.

“Eso es una caricatura. El PC nunca ha llamado a desestabilizar a ningún gobierno democráticamente electo. Muy distinto a lo que ocurrió cuando dirigentes de derecha, como Diego Schalper, llamaron abiertamente a ‘atrofiar’ al gobierno del presidente Gabriel Boric. Aquí no hay un llamado a la desestabilización, sino a la participación política y social, que es parte esencial de la democracia”, manifestó Gazmuri.

En un sentido similar, y aunque piensa que se trató de “un error político”, el ex ministro de Bachelet, Francisco Vidal, señaló a Turno PM que se ha levantado “una falsa polémica”.

De todas formas, respecto del rol de eventuales movilizaciones en el futuro gobierno, el ex presidente del directorio de TVN zanjó: “Si alguien quiere impedir que las mujeres se reúnan el 8 de marzo o que los trabajadores marchen en la Alameda el 1 de mayo, es volver a la dictadura. Es una locura entrar en este debate”.

El derecho a la protesta 

El gobierno, a través del ministro del Interior, Álvaro Elizalde, se refirió a la polémica, recordando que “los ciudadanos y ciudadanas tienen el legítimo derecho a manifestarse, pero siempre eso debe ser pacíficamente, y lo más importante es que la democracia finalmente la construimos entre todos y todas”.

No obstante, desde el Partido Republicano condenaron los postulados emanados del PC, calificándolos de “llamados encubiertos a desafiar la democracia”. Ante ello, el presidente de la tienda, Arturo Squella, advirtió que manifestaciones al margen de la ley “tendrán severas consecuencias, tal como se planteó en campaña”.

“Las responsabilidades las tendrán los que tiran piedras o incendien calles, pero también, y en mayor magnitud, los que desde una oficina o sed política articulen el caos”, sostuvo el senador electo por Valparaíso en El Mercurio, añadiendo que “invitaría a pensar 2 veces al PC el tipo de oposición que quieren ser”.

Debe recordarse que uno de los ejes principales de la campaña de Kast fue precisamente el mayor control para las manifestaciones. Tanto así que levantó como iniciativa el “Rol Único de Vándalos”, un registro digital para quienes cometan actos como “rayados, destrucción de mobiliario público, bloqueos de calles, quema de neumáticos, ocupación ilegal de terrenos, agresiones a Carabineros, comercio ilegal, carreras clandestinas y ruidos molestos reiterados”, según se explica en la página web del Partido Republicano.

Si el RUV propuesto por el presidente electo será una herramienta a utilizar para coartar las eventuales movilizaciones que podría enfrentar es algo que está por verse. De igual forma, el cariz que tenga la futura oposición es algo que no termina de zanjarse.

Para la secretaria general del PC, Bárbara Figueroa, “la oposición va a depender de las medidas que pretenda implementar el gobierno, si esto no es un debate de gustos ni de posiciones ideológicas. Si el gobierno quiere retroceder en derechos, ¿qué es lo que quiere? ¿Que le digamos ´súper bien, hágalo´? Nos van a decir que lo van a plebiscitar. Plebiscitémoslo, discutámoslo con la gente”.

Por su parte, el diputado socialista Raúl Leiva aclaró que “claramente nuestra posición (del PS) no es la del PC”, descartando encabezar la oposición desde la calle. “Ejerceremos una oposición responsable y seremos rigurosos en la fiscalización como en el no retroceso de los derechos sociales y avances para los trabajadores”, afirmó.

En un sentido similar, la diputada Ana María Gazmuri planteó que “la oposición debe actuar con responsabilidad y sentido democrático, aprobando todas aquellas iniciativas que beneficien al país y a las personas. Al mismo tiempo, debe defender con firmeza los avances logrados, como la reforma de pensiones, la ley de 40 horas y otros derechos sociales, frente a cualquier intento de retroceso”.

“Las movilizaciones no le pertenecen a los partidos. No se controlan desde la política institucional y nadie puede apropiarse de ellas. Surgen desde la ciudadanía cuando existen injusticias, tensiones o malestar, y han precedido todos los grandes avances y transformaciones sociales. Lo que corresponde es respetarlas, entenderlas y mantener siempre un compromiso democrático. Como Acción Humanista, siempre defendemos el derecho a la movilización no violenta”, agregó Gazmuri.

En tanto, el ex ministro Francisco Vidal apuntó que “frente a un proyecto de derecha proempresarial debemos coordinarnos para hacer una oposición democrática, reconociendo 3 identidades en la futura oposición: la identidad histórica del PC, la identidad nueva del Frente Amplio y la de la centro-izquierda”. De todas formas, para Vidal “la batalla principal estará en el debate público y en el Congreso, no en la Alameda”