Desde gobierno de emergencia hasta el incierto futuro de Chile Vamos: claves para entender cómo será el gobierno de Kast
Aunque logró una victoria amplia, José Antonio Kast llega a La Moneda con más preguntas que certezas: sobre el rumbo de su programa, la viabilidad de sus reformas y la solidez de una coalición que aún debe construirse.
Las urnas hablaron. José Antonio Kast se convirtió en el presidente electo de Chile tras ganar la segunda vuelta con un 58,16% de los votos, contra un 41,84% de la candidata oficialista, Jeannette Jara, y se sentará en el sillón de La Moneda a partir del próximo 11 de marzo.
El Kast que llega a la presidencia es uno que rehusó ahondar en su agenda valórica y abandonó la llamada “batalla cultural” que tanto impulsó en sus 2 candidaturas anteriores, dejándola en manos del libertario Johannes Kaiser. Esta vez, el republicano logró triunfar en todas las regiones del país proponiendo un “gobierno de emergencia”, basado principalmente en seguridad, control migratorio y crecimiento económico.
Ahora, empujado por el voto obligatorio, Kast asume el poder como el candidato presidencial más votado en la historia de Chile (con 7.254.850 de los respaldos), pero, al mismo tiempo, como el que menos apoyos obtuvo en primera vuelta (un 23,92% del total).
Con ese telón de fondo, el inicio de su mandato se abre marcado por la expectativa y la incertidumbre. La amplitud de su triunfo no despeja del todo las dudas sobre la orientación que tomará su administración, la viabilidad política de sus reformas ni su capacidad para sostener mayorías en un Congreso fragmentado. Entre el pragmatismo que exhibió en campaña y el ideario que ha definido su trayectoria, el desafío de Kast será convertir un respaldo electoral en gobernabilidad efectiva, sin profundizar las divisiones que atraviesan al país.
Las pistas de la directiva
El primero en confirmar los resultados y celebrar públicamente el triunfo electoral fue el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella. Ahí, instalado frente a la prensa, el senador electo por Valparaíso invitó a formar una coalición amplia alineada tras la figura del presidente electo y enfocada en las mismas prioridades que Kast definió en campaña, sin dar señales de entrar en la disputa de las agendas valóricas.
“A este gobierno de emergencia están convocados todos quienes se encuentran en la oposición, todos quienes quieren trabajar por Chile, todos quienes comparten que las prioridades son el crecimiento económico, la reactivación económica y enfrentar la delincuencia”.
“No hay nadie excluido. Nos han venido a acompañar a este recuento de votos representantes de todos los partidos políticos que, en su momento, estuvieron trabajando firmemente por el rechazo del 4 de septiembre de 2022. Contamos con ellos”, agregó.
Asimismo, Squella anunció que desde este lunes comenzarán a planificar lo que va a ser su gobierno y, desde el plano político, a “empezar a construir una alianza o una coalición de partidos, dirigentes políticos, buenos chilenos que construiremos un soporte para que el gobierno saque adelante todas las tareas y las necesidades que los chilenos están esperando que se resuelvan”.
En conversación con Radio Pauta, la secretaria general del partido, Ruth Hurtado, señaló que el gobierno “no vendrá con una varita mágica” y que “van a tener algunas dificultades en el camino”.
“En eso hemos sido bien francos. Frente a la inseguridad que tenemos, al poco crecimiento económico, al desempleo, nosotros dijimos que vamos a hacer frente a esto y que no va a ser fácil. Para eso los necesitamos a todos apoyando las medidas que se van a tomar en estos 90 días, que es como nuestro primer paso que tenemos que dar“, sostuvo.
Por lo mismo, Kast planea impulsar un paquete de medidas durante sus primeros 90 días de gobierno, para dar una muestra de gestión y alivio concreto en respuesta a las demandas más urgentes de la ciudadanía.
Entre sus propuestas iniciales se plantea endurecer el control migratorio en la frontera; impulsar un proyecto de ley para declarar ilegal no sólo el ingreso irregular a Chile, sino el transporte y el empleo de inmigrantes irregulares; y citar al comité de Ministros para resolver los proyectos de inversión que están paralizados, como Dominga.
El nuevo tono de Kast
Cerca de las 10 de la noche del domingo, José Antonio Kast dio su primer discurso como presidente electo del país desde Las Condes, frente a cientos de adherentes que se reunieron a escucharlo y festejar su victoria.
Ahí, en un discurso que se extendió por más de 50 minutos —considerado monótono, extenso y paternalista por analistas—, moderó las expectativas de su futuro mandato: “Los resultados no se verán al día siguiente. Esto requiere perseverancia, fortaleza y sabiduría”, marcando un tono más conciliador, institucional y convocante del que utilizó durante la campaña.
Ya en la llamada telefónica que sostuvo con Gabriel Boric, Kast —que lo criticó fuerte e insistentemente como candidato— mostró signos de moderación: “Le quiero agradecer, presidente. Así como le planteé cuando fui a saludarlo, también mi interés era colaborar para que recuperemos la paz entre nosotros. Hoy le hago el mismo planteamiento: que esta sea una transición muy ordenada, respetuosa, y que después de ese 11 de marzo me interesaría mucho contar con sus opiniones, con su mirada de lo que es el país”.
Durante su discurso en Las Condes, el republicano recordó a sus antecesores en el cargo e hizo un especial homenaje al fallecido Sebastián Piñera. También llamó a la oposición a trabajar en conjunto, abrió la puerta a las críticas constructivas y sostuvo que ahora comenzará “un tiempo del deber, de la responsabilidad, del trabajo intenso y de decisiones difíciles. Esta no es la meta, es el punto de partida”.
En conversación con Turno AM, el cientista político Cristóbal Bellolio explicó que “en un escenario como el chileno, los presidentes piden ´Boli´ (poner pausa) cuando son electos. Le dicen al otro ´Paremos la confrontación, paremos la polarización. Nosotros fuimos pésimos con ustedes como oposición, pero no sean pésimos con nosotros´”.
En ese sentido, para Bellolio, “ayer, con todo lo fome, desestructurado y laterísimo que fue el discurso del presidente electo, se pudo pispar ese gran ´Boli´: Quiere ser ahora un presidente para todos los chilenos un candidato que, como líder, siempre fue la cabeza de una facción bien clara, que pensaba que los que estaban al frente —´los octubristas, la izquierda radical´— no eran dignos del mismo trato o consideración”.
“Ayer, por primera vez, no dijo ´izquierda radical´ ni ´mal gobierno´, y cuando mencionó a Boric fue para decir que él (Kast) era el heredero, el último eslabón de una larga cadena de presidentes que habían hecho lo mejor para Chile dentro de sus ideas, cuando tuvieron la ocasión de gobernar. Kast ya se está poniendo en ese modo ´Boli´. Sería bastante poco inteligente y poco estratégico de su parte ir a dar la batalla cultural ahora, a copar todos los espacios”, planteó el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
En ese sentido, para el abogado e investigador de Faro UDD Rodrigo Pérez de Arce, al interior del gobierno de Kast habrá una tensión entre quienes busquen mantenerse enfocados en el “gobierno de emergencia” y quienes deseen ampliar su campo de acción a las disputas valóricas.
“(Algunos dirán) ´Casi el 60% de la población nos apoyó, ¿por qué no ocupamos esa ventaja para empujar cosas que no hemos podido hacer en el último tiempo?´. Kast ganó con la idea del gobierno de emergencia, pero va a tener presión para ir a pelear la batalla cultural”, planteó en Turno AM.
Según el investigador, “mientras más cerca del gobierno de emergencia se mantenga, le va a ser más fácil gobernar para el grueso de Chile, pero va a tener gente dentro de su coalición que lo va a estar presionando todo el tiempo para que promueva esta agenda más conservadora, sobre todo en temas valóricos o morales”.
“Si se abre la ventana de oportunidad para anular alguna de las causales del aborto. ¿La van a ocupar o no la van a ocupar? Tengo dudas. El discurso de Kast de ayer fue más cauteloso, pero la presión va a estar ahí. Ya pasó en el Consejo Constitucional”, recuerda Pérez de Arce.
Chile Vamos en segunda línea
Luego de confirmarse la victoria de Kast, Chile Vamos, Demócratas y Amarillos volvieron a reiterar su respaldo hacia el mandatario electo, enfatizando en la necesidad de conformar una amplia coalición dentro del futuro gobierno. En concreto, el senador y presidente de Renovación Nacional (RN), Rodrigo Galilea, señaló desde el comando vencedor que “vamos a poner todo de nuestra parte para colaborar a un gobierno de unidad”, mientras que el diputado y líder de la UDI, Guillermo Ramírez, dijo que “es importante llegar con ideas propias sobre la mesa”.
Asimismo, en conversación con Turno PM, la diputada Ximena Ossandón (RN) adelantó que “estas conversaciones deberían comenzar hoy en la tarde, entiendo, con el presidente del partido y la secretaría. Van a tener una reunión con el presidente electo y me imagino que será de colaboración, sin perder de vista que colaborar es distinto a fundirse”.
Respecto al rol que tendrá Chile Vamos en el futuro ciclo presidencial, señaló que “va a ser un rol articulador. En el Congreso estamos más al medio, y es muy importante ser un puente para llegar a la izquierda cuando hay proyectos donde se necesita apoyo”. En ese sentido, la parlamentaria añadió que “para enfrentar ese desafío se necesitan muchas manos, muchas cabezas y mucha gente trabajando, y yo creo que él no lo tiene. Así que me imagino que, al menos al principio, va a pedir la experiencia de Chile Vamos, porque ya ha gobernado otras veces”.
De igual forma, Ossandón recordó: “Matthei dijo durante toda la campaña que veía muy difícil que varias promesas se cumplieran en el corto plazo: la reducción de 6.000 millones, expulsar a inmigrantes irregulares en poco tiempo. Por eso la tarea de Kast es larga, la gente tiene memoria, hay redes sociales, y él repitió esas promesas muchas veces. La gente le va a exigir, sobre todo, seguridad”.
Por su parte, el diputado electo y vicepresidente de la UDI, Eduardo Cretton, comentó a Turno PM que “está claro a esta altura es que se requiere una coalición de emergencia, una coalición amplia que le dé sustento al gobierno de emergencia que plantea José Antonio Kast. Por lo tanto, no hay tantas dudas de que tanto la UDI, Renovación Nacional, el Partido Social Cristiano y otras fuerzas políticas se van a sumar a hacer fuerza”.
Cretton destacó que “hay un triunfo del gremialismo”, pero también coincidió en que la UDI y Chile Vamos “pueden cumplir un rol articulador entre el Partido Republicano y el resto de la derecha. Esperamos contribuir a que este sea un gobierno de las derechas, más que un gobierno de un solo partido”.
Sobre las dudas expuestas por Evelyn Matthei respecto a las promesas de Kast, acotó que no “se contradicen con el ánimo colaborativo que han mostrado los partidos de Chile Vamos”. Cerró apuntando a que “lo que corresponde ahora es ponernos a colaborar para que al gobierno le vaya bien. Algunas declaraciones del día de ayer pudieron ser desafortunadas”.
Por último, según fuentes internas de Evópoli, el partido estaría evaluando cómo rearticularse frente a su inminente disolución, por lo que aún no saben cuál sería su rol dentro de esta coalición amplia de derecha.