"Reivindicando a Rock&Pop TV y a los irreverentes de los 90": La columna de Rodrigo Vergara

"Su irreverencia fue demasiada para el Chile de esa época, y fueron auténticos “regalones” del CNTV", dice el columnista para Turno PM.

29-10-2025

El fenómeno del Tiny Desk de 31 Minutos ha llevado al redescubrimiento y revalorización del legado del canal de la Rock&Pop. Una estación de existencia corta, accidentada y marcada por la improvisación y la inestabilidad financiera, pero que dejó un importante legado de rostros que actualmente dominan la escena televisiva en prensa, matinales, estelares y hasta conduciendo el Festival de Viña. Ahí aparecen nombres como Monserrat Alvarez, Marcelo Comparini, Martín Cárcamo, Sergio Lagos, Soledad Onetto, Margarita Hantke, Consuelo Saavedra, Iván Valenzuela, Juan Manuel Astorga, Juan Andrés Salfate, Rumpy, entre otros. Además, de sus escombros emergieron dos de los mayores hitos comunicacionales de las últimas décadas: The Clinic y el propio 31 Minutos.


En particular, ha surgido una interesante ola de revisionismo en torno a “Plan Z”, el ahora mítico programa de sátira en el cual Pedro Peirano y Álvaro Diaz hicieron sus primeras armas en televisión, junto con Rafael Gumucio, Marcos Silva, Angel Carcavilla, Carolina Del Piano y Vanessa Miller. Concebido inicialmente como un relleno de verano, grabado mientras todo el personal del canal estaba de vacaciones, con estudios desocupados, mucha creatividad y cero presupuesto, generó sketchs asertivos e inolvidables como “Instituto Aplaplac”, “Mapuches Millonarios” y “Marcianos Demócrata Cristianos”. Hasta se anticiparon en más de una década al chiste del decomiso inmortalizado por Bombo Fica en Viña 2010 y refrendado por Dorothy Pérez hace poco en la ENADE.


Su irreverencia fue demasiada para el Chile de esa época, y fueron auténticos “regalones” del CNTV. La entrevista de Pedro Carcuro a Gumucio y Del Piano en “De Pe a Pa” en 1997 resulta muy reveladora del ambiente con el que tuvieron que lidiar, con fuertes cuestionamientos de opinólogos conservadores de entonces como el canciller de la Dictadura Jaime del Valle, Luis Valentín Ferrada y Rodrigo Eitel. El entonces criticado “Plan Z” se transformó con los años en una referencia y objeto de culto, y dos de sus “maleducados e irrespetuosos” integrantes terminaron creando uno de los mayores fenómenos mediáticos de habla hispana.


Resulta paradójico constatar que muchos de los “irreverentes de los 90”, como Rafael Gumucio, Luis Gnecco y Patricio Fernández, ahora son considerados “amarillos”, y “complacientes”, recibiendo muchos cuestionamientos y mala onda en redes sociales. Es cosa de ver los comentarios en el chat cuando Gumucio participó en “Turno Político”. Si no fuera por el cariño en torno a 31 Minutos, estoy seguro que Álvaro Diaz y Pedro Peirano recibirían un trato similar. Resulta esperable que los años, la madurez y los golpes de la vida te bajen las revoluciones y te vuelvan más conservador, o al menos más prudente. Sin perjuicio de ello, creo que los tres nombrados merecen algo de respeto por atreverse a ser irreverentes en una época en que había que tener agallas para intentarlo y bancarse las consecuencias.



Gnecco, antes de pasarse al otro bando y ser funado, fue el más disruptivo del “Desjueves” de La Red; Gumucio tuvo que comer cárcel por una polémica con el ministro de la Corte Suprema, Servando Jordán, a quien describió en una entrevista en la Revista Cosas como “viejo, feo y con un pasado turbio”; y Fernández, histórico director del The Clinic en su época dorada, fue vetado como conductor del programa “Tejado de Vidrio” de TVN el 2004 debido a que algunos miembros del directorio cuestionaron su presencia en el canal público por la línea editorial del periódico.

Turno Studios