"La camisa de fuerza editorial de TVN": La columna de Rodrigo Vargas
"Es como un puesto de comida sana rodeado de food-trucks y locales de comida rápida, que necesita vender para sobrevivir", escribe el ingeniero comercial sobre la compleja situación que vive el canal estatal.
El canal público está viviendo momentos decisivos. Su crisis financiera y su desventajosa posición en la competencia por la sintonía de la TV abierta lo tienen en una situación límite, en la cual se debate entre reformularse o incluso desaparecer, al menos en su formato actual.
TVN está sometido a una “camisa de fuerza editorial”. Es un canal público, con las obligaciones y restricciones que ello implica, y a la vez tiene que autofinanciarse, lo que lo obliga a competir por publicidad y rating con las señales privadas. Es como un puesto de comida sana rodeado de food-trucks y locales de comida rápida, que necesita vender para sobrevivir, pero que por principios no puede ofrecer platos de fácil venta pero que contravienen sus principios.
El canal estatal está en una encrucijada, y para salir de ella tiene que romper esta camisa de fuerza y definirse: canal comercial sin complejos, o canal público sin complejos. Si escoge lo primero, lo que sigue inevitablemente es la venta del canal. Si va a hacer lo mismo que un privado, no tiene sentido que pertenezca al Estado. Si escoge lo segundo, TVN tiene que reformularse hacia un canal que, sin perjuicio del buen uso de fondos públicos, no tenga por objetivos ganar dinero ni sintonía, sino que ofrecer contenidos de calidad. ARTV o UChileTV a gran escala.