"La atracción de lo perverso": La columna de Nicolás Vidal
"Hay mujeres –en algunos casos, perversas– que toman la iniciativa en todos los terrenos. Lo hacen para no ser dañadas, pero a veces son ellas las que dañan o resultan heridas en el intento", escribe el columnista para Turno PM.
Voraz, de Bernardita Bravo, nos presenta cuentos oscuros, quizás incómodos, que subvierten lo preestablecido, dando un interesante giro al rol que la literatura suele atribuir a sus personajes femeninos.
Hay mujeres –en algunos casos, perversas– que toman la iniciativa en todos los terrenos. Lo hacen para no ser dañadas, pero a veces son ellas las que dañan o resultan heridas en el intento. También hay hombres desechables que terminan siendo comparsas, aunque sin abandonar su naturaleza violenta.
El primer cuento le da el nombre al libro y es, probablemente, el mejor. Una mujer establece una inquietante relación con la esposa de su amante, donde la satisfacción de sus impulsos no reconoce límites. Está escrito en segunda persona, dirigida a su amante, dándole un tono que nos prepara para lo escabroso: «No nos preocupamos: junto contigo y sus hijos conformaban un bloque. Yo debí saber eso. Los bloques son compactos y duros, pero siempre, siempre, se cuelan ínfimas partículas».
Otros cuentos que sobresalen son «Lola y los corderos», donde una mujer que suele manipular a sus parejas termina enamorada, en forma consciente, de un femicida. La violencia se transmite y multiplica dentro de la masculinidad, pero, al mismo tiempo, hay algo en ella que la cautiva. En «Hilos finos», una mujer se proyecta en otra y la espía en su intimidad, pero termina interviniendo activamente para torcer un destino que no le era favorable. En «Lograremos que no crezca», lo inocente se mezcla con la animalidad y el resultado es perturbador.
Es un libro sobre el deseo, no solo sexual, sino en todo ámbito. Una necesidad de control sobre el otro, un poder que se ejerce con plenitud por mujeres que actúan, que consiguen lo que buscan; que muchas veces ven al sexo como algo utilitario y desechable, enfoque tradicionalmente reservado a los hombres. Decisiones complejas, terribles, audaces, tomadas sin culpa por mujeres que saben perfectamente lo que hacen. Quizás es ahí, en ese foco que cambia las percepciones del lugar común, donde radica lo novedoso de este volumen.