CFK no more: ¿Cómo queda el mapa político en la Argentina sin Cristina?

La Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó la condena contra Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta y ex vicepresidenta, a 6 años de prisión domiciliaria e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, en el marco de la causa Vialidad.

El fallo del máximo tribunal ratifica sentencias previas por administración fraudulenta durante los gobiernos de Kirchner entre 2007 y 2015. Se la halló responsable de direccionar obras públicas en Santa Cruz a la empresa Austral Construcciones, ligada al empresario Lázaro Báez. Él cumple arresto domiciliario hace más de un año por la misma causa, aunque el tribunal podría mandarlo de vuelta a la cárcel esta semana.

La Fiscalía sostuvo que Austral Construcciones recibió el 79% de los contratos viales en Santa Cruz, con múltiples irregularidades y sobreprecios que generaron pérdidas por más de US$1.000 millones al Estado. Solo 2 de las 51 obras adjudicadas se completaron a tiempo.

¿Persecución política?

Cristina Kirchner rechazó los cargos y denunció lawfare, afirmando que “ejecuta el presupuesto el jefe de Gabinete, no el presidente o presidenta de la nación”. También señaló: “La Fiscalía no produjo una sola prueba que me vincule directamente con la concesión de obras”.

Sin embargo, para el analista internacional Gilberto Aranda, este proceso tuvo “tiempo y forma que acompañaron un proceso judicial regular, diría. Legítimo”. Agregó que “no había muchas opciones sino seguir ese proceso que ha culminado con la decisión de la Corte Suprema”.

Tras la confirmación del fallo, el Tribunal Oral le dio cinco días hábiles para notificarse y quedar detenida. Por tener 72 años, podrá solicitar cumplir la condena en prisión domiciliaria, en una residencia de su elección cuyo paradero aún no ha sido informado.

Con la inhabilitación, Kirchner no podrá competir como candidata a legisladora por Buenos Aires, cargo que había anunciado días antes del fallo. El cierre de listas es el 19 de julio, lo que obliga al peronismo a redefinir su estrategia electoral en los comicios de medio término.

La perdida de un líder

Desde el Partido Justicialista, que preside CFK, denunciaron que la sentencia busca proscribir a su líder. En un acto reciente, la ex mandataria dijo: “Salió el anuncio y se desataron los demonios. Comenzaron a pedir desde todos lados que me metan presa”.

El presidente Javier Milei celebró el fallo con un mensaje en X: “Justicia. Fin”. En contraste, la Confederación General del Trabajo (CGT) publicó el comunicado “La democracia está en peligro”, advirtiendo que el fallo “altera el normal funcionamiento institucional de la Nación”.

Algunos sectores kirchneristas, incluyendo gremios afines, han planteado la posibilidad de un paro general si CFK es detenida, como ya ha sucedido en la Universidad de Buenos Aires. Aranda anticipó que “de la calle, de las universidades se va a plantear desacuerdo con esta medida”. Al mismo tiempo, alertó que “al frente tienen un rival que lo que hace es crecer.

El fallo reconfigura por completo el tablero opositor, “Teníamos una posición muy fragmentada que pierde a una liderazgo y que finalmente queda fuera. Vamos a ver si esto es una plataforma, un trampolín para decir ‘nos vamos a unificar’, o termina fragmentándose más”, analizó Aranda. “Que va a tener una repercusión sobre lo que es la oposición argentina, no me cabe la menor duda", enfatizó.

Kicillof y el nuevo escenario electoral

En medio del impacto por el fallo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, acusó a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) de haber solicitado "directamente la condena”, afirmó en Radio El Destape. “No les tenemos miedo”, agregó.

Kicillof calificó la resolución judicial como “un desastre”, “una forma de intimidación” y parte de una operación geopolítica. “Con toda impunidad tomaron la decisión de hacer una condena sin pruebas”, aseguró, vinculando el fallo con la decisión del Departamento de Estado de EE.UU. de impedir la entrada al país a Cristina Kirchner y sus hijos.

“La derecha, la ultraderecha, se ha convertido en una especie de club trasnacional del que Milei forma parte”, remarcó.

Según Gilberto Aranda, si bien la situación es compleja, también despeja el camino para el gobernador: “Él es parte de la facción kirchnerista, pero había ya adquirido cierta autonomía. Está a cargo de la provincia de Buenos Aires, el bolsón más amplio del país. Y sin embargo, como siempre estaba bajo la sombra kirchnerista... bueno, ahora ya no la tiene. Esta es la oportunidad”.

El escenario reabrió el debate sobre la estrategia electoral bonaerense. Aunque el gobierno de Kicillof había decretado el desdoblamiento respecto de las elecciones nacionales, ahora evalúa revertir esa medida. “Hoy te diría que estamos en otro país en este momento”, dijo el gobernador, sin entregar una definición concreta.