Ca7riel y Paco Amoroso en el Movistar Arena: Pop de categoría mundial desde Argentina
En su tercera vez en Chile y su primer recinto masivo, el dúo trasandino demostró por qué tienen uno de los shows en vivo más potentes del momento. Con una propuesta que fusiona jazz, rock y electrónica con la energía del trap, Cato y Paco desataron una fiesta caótica y glamorosa que se posiciona como uno de los mejores números del año.
Menos de un año ha pasado desde que Ca7riel y Paco Amoroso se presentaran en la Blondie para dar a conocer su álbum debut, Baño Maria (2023), una bomba que los catapultó a la fama regional y que comenzó a posicionarlos en el radar fuera del under bonaerense.
Nada hacía pensar que solo un par de semanas después harían historia. Esto, porque el dúo se presentó en Washington para protagonizar uno de los Tiny Desk más virales, que a la fecha acumula 42 millones de visitas en YouTube, transformando su música en un fenómeno mundial.
Aprovechando esa inesperada y enorme fama, los argentinos se encerraron a grabar 4 temas inéditos y lanzar el EP Papota (2025) y desde entonces no han parado de enloquecer audiencias por todo el planeta: Fechas en Lollapalooza, plato principal en Coachella, giras en Europa, Estados Unidos y hasta en Japón.
En ese meteórico ascenso es que Cato y Paco, como les dicen sus seguidores, llegaron por tercera vez a Chile, aunque por primera vez a un recinto tan masivo como el Movistar Arena para presentar sus más grandes éxitos hasta la fecha, como El Único, Impostor, El Dia del Amigo, Dumbai o Baby Gangsta.
La apuesta fue glamour, parafernalia, luces, vestuario rimbombante y, sobre todo, el alto nivel musical que caracteriza a la propuesta del par, quienes, con letras asociadas generalmente a la música urbana han logrado aunar estilos tan diversos y complejos como Jazz, Bossa Nova, R&B, Hip-Hop, Electrónica, Trap, Rock, Funk, Fusion Latino y EDM.
De esta forma, tal como proponen en el título de su EP, la experiencia Catriel y Paco Amoroso en vivo destaca por ser una versión “en esteroides” de sus hits mundiales, con arreglos llenos de licks de jazz, vientos que a ratos recordaban los inicios de Michael Jackson con su sonido disco Motown, y otros momentos en que sintetizadores y secuencias desataban la locura de una fiesta de techno “duro”.
Tampoco faltó rabia, con gritos guturales de Ca7riel lanzados a diestra y siniestra durante el show y solos de guitarra al más puro estilo rockstar de los 90, sumando elementos que nos recuerdan de dónde viene todo ese bagaje musical que los mantiene en plena forma sobre el escenario.
Por otro lado la ternura y la sensualidad estuvo a cargo del querido Paquito Amoroso, que con sus bossas suaves y baladas románticas (y atrevidas), dio el respiro necesario a la caótica fiesta que se desató en el recinto del Parque O’Higgins.
Por otro lado, también estuvo presente el humor cómplice que han sabido cultivar con sus fans a lo largo de los años y que aprovecharon al máximo durante el espectáculo. Varias referencias a memes, coqueteos, insultos de su IA “Chad” hacia el público, bailes hilarantes y dos inflables gigantes con las caras de ambos artistas que repletaron todo el escenario.
Sin lugar a dudas se trató de uno de los conciertos del año y la prueba final de la consolidación de Ca7riel y Paco Amoroso como referentes globales del pop. En tanto, el dúo mantiene activa su gira Papota, que los llevará por todo América Latina, para luego volver a Estados Unidos y Europa, al menos hasta final de año.
En Chile nos podremos repetir el plato este 2025, cuando se sumen al show del icónico rapero estadounidense, Kendrick Lamar, quien los citó no para telonear, sino para ser parte de su gira Grand National Tour en México, Colombia, Brasil, Argentina y Chile. En nuestro país se presentarán el próximo 7 de octubre en el Estadio Monumental y las entradas ya están a la venta.