Bachelet busca hacer historia otra vez: Los desafíos que enfrenta para llegar a la Secretaría General de la ONU

Chile oficializó a la ex mandataria como candidata al máximo cargo de la ONU, una postulación que busca consolidarse como política de Estado. Sin embargo, su camino enfrenta desafíos como el posible veto de Estados Unidos.

24-09-2025

Era un anhelo buscado por Michelle Bachelet y finalmente se hizo realidad: Chile oficializó su nombre como candidata a la Secretaría General de la ONU. El anuncio fue realizado durante la intervención del presidente Gabriel Boric en la Asamblea General del organismo, con el objetivo de que la postulación sea percibida por la comunidad internacional como una verdadera política de Estado.


“En tiempos de fragmentación y desconfianza, tengo la convicción —y sé que esto es compartido en mi país— de que Michelle Bachelet representa una figura capaz de tender puentes, entre el norte y el sur, entre oriente y occidente, entre la urgencia de las soluciones y la defensa de los principios", indicó Boric. 


Bachelet no es un nombre cualquiera, en el pasado ya ha presidido Chile en dos ocasiones, lideró la ONU Mujeres y se desempeñó como Alta Comisionada de Derechos Humanos, lo que le otorga una experiencia internacional sólida y reconocimiento global que respaldan su candidatura. De ser electa, se convertiría en la primera mujer en asumir el liderazgo de la ONU en sus 80 años de historia. 


Factor Trump y el poder de veto 


Hay varios pasos en el camino de Bachelet antes de una eventual llegada a la Secretaría General, especialmente considerando que la candidatura tiene que ser aprobada por el Consejo de Seguridad antes de ser elevada a la Asamblea de la ONU. 


El Consejo consta de 15 miembros, con cinco de ellos con poder de veto permanente, entre los que figuran: China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Según comentó el analista internacional y académico Gilberto Aranda, esto hace que la candidatura de Bachelet “no sea del todo fácil”, sobre todo considerando que “esto sucede después de ver al presidente (Boric) que conscientemente se salió del libreto tradicional de la diplomacia chilena —siempre más cautelosa, de bajo perfil— y le tiró a Estados Unidos, a Donald Trump. Tal vez no de forma directa, pero sí implícita”.


El profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile añadió en Turno AM que lo sucedido con el discurso de Boric no solo fue arriesgado para la candidatura, sino que “además porque sabemos que Estados Unidos está en un momento donde va tomando nota y va gravando con aranceles a distintos estados. Yo no diría que hay que pasar desapercibido completamente, pero tal vez podría haber dicho en tercera persona plural más o menos lo mismo y con menor carga de adjetivos”.


La experta Paulina Astroza señaló que, si bien no se trata de una obligación formal, existe una práctica histórica en la que los secretarios generales de la ONU —hasta ahora ocho— suelen rotar siguiendo un cierto orden entre los grupos regionales. 


Las Naciones Unidas se organizan en cinco grupos regionales, y Chile forma parte del GRULAC, correspondiente a América Latina y el Caribe. Según esta lógica de rotación, le correspondería al GRULAC ocupar la Secretaría General en esta ocasión. Además, Astroza destacó que desde hace décadas se ejerce presión para que el cargo sea ocupado por una mujer, ya que nunca ha sucedido. En ese contexto, Michelle Bachelet aparece como una de las candidatas más destacadas.


Sin embargo, Astroza también recalcó que la posibilidad de veto podría enterrar toda chance de obtener el cargo. “El presidente Trump va a ser quien va a tener que decidir si es que su país veta o no. En segundo lugar, Rusia. Recordemos que nosotros hemos votado todas las resoluciones en contra de Rusia y a favor de Ucrania. Y, además, posiblemente el caso de China, porque Michelle Bachelet, cuando fue Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, su último informe fue bastante negativo a China y eso los enojó, aunque son muchos más pragmáticos en ese sentido”, detalló.


Principales rivales 


La batalla para Bachelet no será fácil. Entre sus contrincantes se encuentra Rebeca Grynspan (69), destacada política latinoamericana con amplia trayectoria internacional y actual secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Además, fue vicepresidenta de Costa Rica entre 1994 y 1998. 


María Fernanda Espinosa (61), de Ecuador, también aspira a liderar las Naciones Unidas. En su país, fue canciller en 2007 y ministra de Defensa entre 2012 y 2014, durante el gobierno de Rafael Correa. Entre 2017 y 2018 volvió a ocupar la Cancillería bajo la presidencia de Lenín Moreno. En el ámbito internacional, presidió la Asamblea General de la ONU en 2018 y 2019, y previamente representó a Ecuador ante la organización en Nueva York (2008-2009) y Ginebra (2014-2017).


Otro nombre es el de Alicia Bárcena (73), actual secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, quien en junio de 2024 declaró que “llegó la hora de que sea una mujer quien lidere la ONU”. La lista la complementan Mia Mottley, primera ministra de Barbados desde 2018. Por otro lado, aparece Amina J. Mohammed (64) desde África, con 30 años de experiencia en desarrollo y medioambiente tanto en el sector público como en el privado.


Jacinda Ardern (45), ex primera ministra de Nueva Zelanda entre 2017 y 2023, y la búlgara Kristalina Gueorguieva (72), actual directora general del Fondo Monetario Internacional, figuran como posibles sucesoras de António Guterres.


La lista no se limita a mujeres. También aparecen el diplomático argentino y cercano a Javier Milei, Rafael Grossi (64), quien se desempeña como director general adjunto del Organismo Internacional de Energía Atómica, y David Choquehuanca (64), actual vicepresidente y ex canciller de Bolivia.


Para  la experta en derecho internacional y académica de la Universidad de Concepción, Paulina Astroza, nada está dicho en esta carrera hacia el liderazgo de la ONU. “Lo más probable es que para la candidatura de 2026 surjan otros nombres que no sean de América Latina y el Caribe. Y la probabilidad de que sea elegido finalmente alguien que no sea del GRULAC —Grupo de América Latina y el Caribe— existe. Entonces, no nos cerremos a que solo va a ocurrir esto, porque ya pasó en la elección de António Guterres en 2016”, señaló en Turno AM.


En ese contexto, Astroza precisó que “el turno no es una obligación. No es que tenga que elegir alguien de América Latina y el Caribe”, dejando claro que nuevas candidaturas podrían aparecer y cambiar el panorama.


Además, señaló que las postulaciones conocidas hasta ahora, “sobre todo las mujeres, provienen de un bloque más progresista, de centro, socialdemócrata, más de izquierda”, aunque advirtió que también hay candidaturas de otros sectores. En sus palabras, “está la presentada por Argentina hoy día, por Milei, y seguramente van a surgir otros nombres que los Estados pueden presentar”.


Las claves de su candidatura


Si bien el proceso se prevé difícil, los expertos coinciden en que la ex presidenta de Chile cuenta con argumentos sólidos para postular al cargo. Paula Walker, periodista y ex asesora de Bachelet, resaltó a Turno PM su trayectoria en Naciones Unidas como primera directora ejecutiva de ONU Mujeres, donde “marcó un hito” en los temas de mujeres en el mundo, y como alta comisionada de Derechos Humanos “pudo poner los puntos en lo importante para la convivencia global”.


De todas maneras, Walker destacó la importancia que puede significar para el país impulsar su candidatura: “Ella no es Michelle Bachelet queriendo ser secretaria general de la ONU: es Chile llegando a ocupar el más alto puesto internacional, donde los países del mundo se sientan a conversar sobre el tipo de futuro que enfrentaremos”.


Argumentó que “Andrés Allamand tiene hoy un alto cargo en la arquitectura iberoamericana de organismos internacionales y el presidente Boric apoyó su reelección, pese a que tienen miradas políticas distintas: Boric con una visión socialdemócrata, Allamand más bien de derecha. Pero ambas son legítimas desde el punto de vista de fortalecer y preservar la democracia en nuestros países”.

Por su parte, la ex ministra de Relaciones Exteriores del gobierno de Boric, Antonia Urrejola, calificó la posibilidad como la “culminación natural de ocho décadas de diplomacia multilateral exitosa, que empezaron con las contribuciones fundacionales de Hernán Santa Cruz, uno de los ocho redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y que fue un actor clave en la creación de la CEPAL, hasta el liderazgo que hoy día tiene Chile en temas oceánicos y de derechos humanos”.


“Chile tiene una reputación sólida, que respalda esta aspiración histórica, y me parece que esta candidatura representa una oportunidad para proyectar el modelo que tenemos de desarrollo democrático desde después de la dictadura (...) El éxito de una candidatura como esta consolidaría también la imagen del país como una potencia media que tenga una influencia global”, indicó a Turno PM. 


Más allá de lo anterior, Paulina Astroza remarcó que Bachelet deberá de todas maneras consolidar su candidatura frente a otras que pudieran surgir: “Creo que hay que ver cómo se van a mover las aguas, sobre todo en la relación con los Estados que pudieran eventualmente vetar. Ahí está la clave de cómo va a ser la candidatura: si es muy apoyada internacionalmente o no”. 

En ese sentido, señaló que Chile ya ha demostrado tener “un músculo en varias conferencias internacionales”, citando como ejemplo su actuación en el Consejo de Derechos Humanos. 


Turno.Live