Audio filtrado enciende las alarmas en caso Julia Chuñil: Empresario habría confesado que “la quemaron”.

La investigación en torno a la activista mapuche, desaparecida hace casi un año, ha dado un giro inesperado que sitúa al principal sospechoso, Juan Carlos Morstadt, y a la Fiscalía en el centro de la polémica.

01-10-2025

La familia de Julia Chuñil, quien lleva casi un año desaparecida, confirmó este martes 30 de septiembre de 2025 la existencia de una interceptación telefónica clave en el caso. En la llamada interceptada, el principal sospechoso, Juan Carlos Morstadt Anwandter, habría revelado detalles sobre el destino de Chuñil, asegurando que "la quemaron". Esta declaración fue hecha a su padre y ha generado gran conmoción, alimentando las alarmas sobre el rumbo de la investigación.


“Podría cambiar la investigación”


El comunicado, firmado por la familia de Julia Chuñil, señala con profundo dolor: "Después de meses de búsqueda, manifestaciones, convocatoria y el apoyo de muchos, damos a conocer esta noticia tras una larga investigación". El texto reitera el sufrimiento de la familia, que, a casi un año de la desaparición de la activista mapuche, aún espera respuestas concretas sobre su paradero. "Pedimos mucho respeto y apoyo hacia la familia, en estos momentos tan difíciles", agrega el comunicado, agradeciendo el apoyo de la comunidad.


La situación se remonta al 8 de noviembre de 2024, cuando Julia Chuñil, presidenta de la comunidad indígena Putreguel, fue vista por última vez en la comuna de Máfil, en la Región de Los Ríos. La investigación, dirigida por la fiscal regional Tatiana Esquivel, ha enfrentado duras críticas por parte de los familiares y su equipo legal, quienes denuncian irregularidades graves en el proceso y la falta de avances significativos. "La investigación está llena de irregularidades, no se han seguido líneas importantes", denuncian.


Sin embargo, el caso aumentó en gravedad durante la noche de este martes, cuando la abogada Karina Riquelme reveló detalles sobre la interceptación telefónica, en la que se escucha a Morstadt decir que "la quemaron". Esta declaración se suma a otros indicios sobre el presunto involucramiento de Morstadt en la desaparición de Chuñil, quien había mantenido un conflicto previo con la víctima, lo que lo convierte en el principal sospechoso desde el inicio de la investigación. La abogada Riquelme subrayó que "la interceptación es clave, ya que revela información que podría cambiar el curso de la investigación".


Fiscalía en jaque


El Ministerio Público, que autorizó las interceptaciones telefónicas, ha sido señalado por la familia por haber mantenido la evidencia en segundo plano, mientras la línea investigativa se centraba en los familiares de la víctima. "No entendemos por qué no se dio la importancia que merecía esta evidencia", manifestaron los familiares. Este giro en la investigación ha causado desconcierto y dolor en los cercanos de Julia, quienes denuncian que la Fiscalía ha utilizado testigos con identidad reservada para incriminar a los familiares, una estrategia que consideran un montaje.


Por su parte, Pablo San Martín Chuñil, hijo de la activista, expresó el sufrimiento de la familia: "Nosotros queremos encontrar al verdadero culpable, no a personas inocentes", dijo, haciendo un llamado a las autoridades para que se investigue con seriedad y se haga justicia. "Exigimos que se investigue a Morstadt como corresponde", agregó con firmeza, destacando que su familia no busca culpabilizar a los inocentes.


A pesar de la gravedad de los hechos, la investigación aún no ha logrado resultados concretos. La familia ha solicitado que el caso sea transferido a otra Fiscalía regional, debido a las dudas sobre la imparcialidad y efectividad de la actual conducción del proceso. Esta solicitud ha sido respaldada por varias organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional y el Comité de Ética contra la Tortura, que han exigido que se garantice una investigación imparcial.


Además de las irregularidades procesales, los familiares de Julia Chuñil han denunciado el maltrato y deshumanización que han experimentado durante el desarrollo de la investigación. Según los denunciantes, la fiscalía nunca los recibió en persona, limitándose a dos reuniones por videoconferencia, lo que ha generado aún más frustración y desconfianza en las instituciones encargadas del caso. "No nos han tratado con el respeto que merecemos como familia de la víctima", expresaron visiblemente afectados.


La familia también ha señalado la falta de recursos y herramientas adecuadas para la búsqueda de Chuñil. En particular, cuestionaron el uso de un georradar entregado a un funcionario de Carabineros que, paradójicamente, está siendo investigado por apremios ilegítimos en la misma causa. Esta situación ha generado dudas sobre la idoneidad de las autoridades encargadas de esclarecer los hechos. "Nos sentimos desprotegidos, la investigación no avanza como debería", señaló la abogada Karina Riquelme.


“Que diga dónde está”


El dolor y la angustia de los familiares se intensifican al conocer las filtraciones de información errónea en los medios. En marzo de 2025, un reportaje de Meganoticias incorporó “antecedentes falsos” que apuntaban a la familia como sospechosa, profundizando la desconfianza hacia las instituciones y aumentando el sufrimiento de los involucrados. "Es inaceptable que se nos haya señalado sin pruebas", dijo el hijo de la víctima, Juan Pablo Chuñil, refiriéndose a las falsas acusaciones.


Ante esta grave situación, las organizaciones de derechos humanos y la abogada Karina Riquelme han exigido que se garantice una investigación imparcial y que se asuma la responsabilidad por las irregularidades cometidas. "Hemos solicitado que se nombre otra Fiscalía regional para llevar adelante una investigación que cumpla con los estándares mínimos comprometidos por el Estado a nivel nacional e internacional", indicó Riquelme. La abogada añadió que se necesita un enfoque más serio y ético para resolver el caso.


A pesar de las dificultades, la familia de Julia Chuñil sigue firme en su lucha por encontrar justicia. En un nuevo comunicado, reiteraron su llamado a que Morstadt revele el paradero de Julia. "Exigimos que esta persona diga dónde está", concluyó el texto. Para ello, se ha convocado una marcha nacional el próximo 8 de noviembre, con el objetivo de visibilizar el caso y exigir respuestas a las autoridades.


La familia de Julia Chuñil ha hecho un llamado a la movilización social, exigiendo que el caso reciba la atención adecuada y que las autoridades respondan por las fallas en la investigación. Para ello, se convocó una marcha nacional que tendrá lugar el próximo 8 de noviembre, fecha que marca casi un año de la desaparición de la activista. La marcha se organizará simultáneamente en diversas ciudades del país, con una concentración principal en Santiago, frente a La Moneda.

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