"La fantasía trastornada de un presidente dictatorial": 5 Claves para entender lo que está pasando en Los Ángeles

Las tensiones en Los Ángeles, California, han sufrido una rápida escalada con el reciente despliegue de más de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional por parte del presidente Donald Trump, en un contexto de protestas generadas por las redadas de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Esta medida ha generado un fuerte debate sobre la relación entre el gobierno federal y las autoridades locales, especialmente en lo que respecta a la intervención de tropas sin el consentimiento de los gobiernos estatales.

Para entender qué está pasando, te dejamos las 5 claves de la crisis que se vive en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos y las implicaciones de las medidas que ha tomado la Casa Blanca.

1. Contexto de las protestas

Las protestas en Los Ángeles se originaron como respuesta a las redadas migratorias, que han afectado a muchas comunidades inmigrantes en la ciudad. Estas redadas han sido parte de la política de inmigración de la administración Trump, que ha intensificado la persecución de inmigrantes indocumentados.

Aunque las protestas han sido mayormente pacíficas, el presidente Trump justificó la intervención de la Guardia Nacional alegando que la medida era necesaria para mantener el orden público y prevenir posibles altercados.

El gobierno federal ha argumentado que, aunque las manifestaciones no presentaban una amenaza inmediata, era necesario el despliegue para evitar que las protestas se desbordaran y para garantizar la seguridad tanto de los manifestantes como de la propiedad pública.

Sin embargo, las autoridades locales han señalado que las protestas no representaban un riesgo significativo, lo que ha generado discrepancias entre el gobierno local y el federal sobre la necesidad de la intervención.

"Permítanme ser claro: no hay invasión. No hay rebelión”, dijo el fiscal general de California, Rob Bonta, en un comunicado. “El Presidente está tratando de crear caos y crisis sobre el terreno para sus propios fines políticos", agregó el persecutor.

Según el analista internacional y académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, esta situación responde "al programa y la plataforma electoral de Donald Trump. Hay algunos temas donde coloca en riesgo esa heterogénea plataforma política que armó para su candidatura y elección. El tema migratorio representa un nicho donde él puede ir con la máxima fuerza posible e incluso va a servirle para polarizar la situación con sus adversarios, del partido demócrata".

"Lo que ha hecho tiene un alto contenido mediático. Se trata también de exhibir logros frente a otras áreas donde no ha sido así como en política exterior, con las guerras que continúan, o como el tema de los aranceles y la política comercial, donde tiene diferencias con algunos republicanos en el Senado", explica el experto.

Según Aranda, en materia de políticas anti migratorias, "todo el el republicanismo piensa más o menos igual y y además es una potente imagen para sus electores. Entonces, en el papel, digo solo en el papel, si esto se disloca, puede tener consecuencias de otro tipo. Tiene más que ganar que perder en lo mediático ante sus electores, con su flanco político".

2.¿Quiénes están siendo deportados?

Las recientes redadas forman parte del plan del presidente para llevar a cabo la "mayor operación de deportación" en la historia de Estados Unidos. Los Ángeles, con más de un tercio de su población nacida fuera del país, ha sido uno de los principales focos de estas operaciones.

A principios de mayo, ICE informó sobre la detención de 239 inmigrantes indocumentados en una operación de una semana en el área de Los Ángeles. Sin embargo, tanto los arrestos como las deportaciones no alcanzaron las cifras esperadas por la administración de Trump.

En junio, la Casa Blanca aumentó su meta, exigiendo que ICE llevara a cabo al menos 3.000 arrestos diarios. Por lo mismo, las autoridades han ampliado su ámbito de actuación, incluyendo cada vez más lugares de trabajo, como restaurantes y comercios minoristas, en sus búsquedas.

Según reportó The Washington Post, uno de los aspectos importantes en estos arrestos por inmigración es que los agentes de ICE no estárían interrogando a las personas ni pidiendo sus documentos, sino que estarían arrestando a las personas y llevándoselas sin otros procedimientos o protocolos.

La campaña de deportación, que ha sido ambiciosa, también ha implicado el traslado de migrantes a una megaprisión en El Salvador, incluso de aquellos que se encontraban legalmente en el país.

3. Despliegue de la Guardia Nacional

El presidente Trump ordenó el envío de más de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional a Los Ángeles con el objetivo de controlar las protestas en la costa oeste de Estados Unidos. Si bien, medios de comunicación han reportado que las protestas han sido mayormente pacíficas, pero la Casa Blanca ha declarado que consideró necesario desplegar tropas para garantizar el orden público y evitar que las protestas escalaran.

De hecho, el gobierno ha insistido en apuntar que los manifestantes son también ilegales, publicando fotos de personas con banderas latinas en las protestas.

“Los disturbios en Los Ángeles demuestran que necesitamos desesperadamente más personal y recursos para hacer cumplir las leyes de inmigración. Estados Unidos debe dar la vuelta a esta invasión provocada por Joe Biden de millones de aliens ilegales que no han sido vetada la entrada a nuestro país", declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

Este despliegue es un hecho raro en la historia reciente de Estados Unidos, ya que no se produjo a solicitud de las autoridades locales. Tradicionalmente, el uso de la Guardia Nacional en situaciones de protestas requiere la autorización explícita de los gobiernos locales o estatales.

La intervención federal ocurrió sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom, ni de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass.

De hecho, el gobernador Newsom acusó a presidente de cometer un acto "ilegal" con el que está "echando leña al fuego". Por lo mismo este lunes presentó una demanda, donde acusó a Trump iba de ir contra de la Constitución estadounidense que protege los derechos de los estados, al desplegar la guardia contra los deseos del gobernador, asegurando que, con estas acciones, Trump está cumpliendo "la fantasía trastornada de un presidente dictatorial".

En ese contexto, Aranda recuerda que "las guardias nacionales han sido utilizadas en más ocasiones y no siempre habido completo acuerdo con los gobernadores".

En esa línea, Aranda plantea que "la guardia nacional como sabes un cuerpo armado del estado que está previsto para entrar en acción en caso de una invasión desde los países vecinos, México y Canadá. Eso no va a ocurrir. También se usa en caso de comisión interna. Particularmente si hay un riesgo de insurrección, que es lo que podría ser aludido"

El académico planteó que de hecho "lo que a mí me parece más riesgoso es el tema de los Marines. Hay 700 Marines que son tropas de élite y eso sí que me parece distinto y por cierto peligroso".

4.Ley de Insurrección

El presidente Trump recurrió al Título 10 del Código de los Estados Unidos para justificar el uso de la Guardia Nacional. Esta ley le permite al presidente movilizar tropas federales en situaciones de invasión o rebelión, o cuando considera que las fuerzas del orden convencionales no pueden garantizar la ley y el orden. En lugar de invocar la Ley de Insurrección de 1807, que se ha utilizado en situaciones similares en el pasado, Trump optó por utilizar el Título 10.

Al ser cuestionado sobre la posible aplicación de la Ley de Insurrección, Trump respondió que su uso dependería de si existía o no una insurrección.

Es muy inusual que el presidente pase por encima de la autoridad de un gobernador y convoque a la Guardia Nacional él mismo. De hecho, la última vez que ocurrió fue en 1965, hace unos 60 años, cuando el presidente Lyndon Johnson convocó a la Guardia Nacional para proteger a los manifestantes por los derechos civiles en Alabama.

Según explica el podcast The Post Report de The Washington Post, cuando Trump estaba en su campaña presidencial, a menudo hablaba de invocar la Ley de Insurrección para enviar tropas a ciudades gobernadas por los demócratas, para hacer cumplir el orden.

Básicamente lo que sucede cuando se invoca la Ley de Insurrección es que permite que las tropas de la Guardia Nacional tengan poderes de policía. Eso significa que pueden arrestar personas, pueden hacer registros, de manera similar a como lo harían los oficiales de policía locales. Así que, dado que Trump no invocó la Ley de Insurrección en este caso particular cuando desplegó las tropas de la Guardia Nacional en California, la mayoría de los expertos legales dicen que no pueden hacer cosas que normalmente haría.

Bajo ese contexto, explica el medio estadounidense, los funcionarios de la Guardia Nacional no pueden hacer arrestos, no pueden hacer registros, no pueden hacer otras cosas que las fuerzas del orden en el terreno normalmente hacen. Así que, básicamente, están limitados a proteger instalaciones federales y operaciones federales.

5. Las acciones del ICE

En las últimas semanas, ICE ha aumentado significativamente sus operativos de detención, concretando un récord de 2.200 arrestos el 4 de junio, según NBC News. Este incremento responde a la presión del gobierno de Trump para mostrar avances en su política migratoria. Este tipo de redadas se ha vuelto más frecuente en los últimos meses.

De los arrestados, cientos estaban inscritos en un programa conocido como Alternativa a la Detención, que permite a los inmigrantes ser liberados y monitoreados mientras no se consideran una amenaza inmediata. Sin embargo, la reciente intensidad de las redadas ha generado críticas sobre la efectividad y equidad del programa.

Stephen Miller, el principal arquitecto de la política de deportaciones de Trump, afirmó que la Casa Blanca espera que ICE incremente los arrestos a 3.000 por día, una cifra considerablemente mayor a los 660 arrestos diarios durante los primeros 100 días de la administración Trump. "El presidente Trump seguirá presionando para que esa cifra aumente cada día", aseguró Miller a fines de mayo ante Fox News.

Durante gran parte de los primeros 100 días de Trump, las deportaciones fueron comparables o incluso inferiores a las que ocurrieron bajo la presidencia de Joe Biden. Tom Homan, zar fronterizo de la administración, expresó su insatisfacción con las cifras y enfatizó la necesidad de un rápido aumento en los arrestos.

La lógica Trump

A pesar de la popularidad de las políticas migratorias de Trump, algunos de sus partidarios han expresado su preocupación por las tácticas agresivas de ICE. La senadora estatal de Florida, Ileana García, cofundadora de Latinas for Trump, expresó en X que las medidas de deportación se están llevando a cabo de forma arbitraria y no son lo que muchos votantes esperaban al apoyar a Trump en las elecciones.

Para Aranda todas estas medidas responden a una lógica de "espectacularidad" para "decirle a su electorado que él cumple sus promesas (...) esto pasa en el estado que tiene más migrantes, el 27%, casi el doble del promedio nacional en Estados Unidos. Es una medida de cara a su electorado, pero también una forma de aglutinar al partido gobernante que además tiene mayoría en ambas ramas del Congreso".

"Claramente que hay una confrontación de alto contenido simbólico. California, un estado que debe ser uno de los más grandes, gobernado por los demócratas, contra el republicanismo de Washington DC, el republicanismo presidencial y las posiciones políticas en un tema tan sensible como migración. Entonces hay una escenificación de la pugna entre actores que por supuesto utiliza para incrementar la polarización temática", explica el experto.

"En otros temas, como el arancelario, ahí no hay unanimidad, ahí se empieza a trizar la coalición. En este tema (migración) se aglutina esa coalición de intereses diversos (...) En el tema migratorio todo ese mundo está de acuerdo y también es un guiño a su electorado. A él le interesa mantener sus cotos de popularidad altos y la verdad es que con los temas económicos y de política exterior no ha cosechado réditos. Esta es una oportunidad y está dispuesto a ir muy lejos".